Es un sangrado que suele ocurrir entre los 10 y 14 días después de la fecundación, el óvulo es fertilizado y se implanta en el revestimiento del útero, rompiendo pequeñas venas y provocan el sangrado.
El sangrado de implantación sucede cuando el óvulo fecundado se adhiere al revestimiento uterino y suele ser menos abundante que el sangrado de la menstruación. La sangre perdida en este proceso es lo que identificamos como sangrado de implantación.
El sangrado de implantación por lo general es muy leve y no ocurre en todas las mujeres; otras mujeres creen que es una menstruación ligera y no se dan cuenta que están embarazadas si no hay otros síntomas asociados, por lo que es importante diferenciarlos realizando una prueba de embarazo en el momento correcto.
¿Menstruación o sangrado por implantación?
Puesto que el sangrado de implantación es una hemorragia vaginal que se produce al final del ciclo menstrual, resulta fácil de confundir con la menstruación tal y como hemos explicado en el apartado anterior.
Sin embargo, el sangrado de implantación tiene algunas características que nos permiten reconocerlo:
- Es un manchado algo más ligero que la regla y de textura más fina.
- Su color puede ser rosado, marrón o tirando a rojo, aunque no suele ser un color tan intenso como la sangre de la menstruación.
- La duración puede ser de unas pocas horas o, por otra parte, prolongarse durante varios días como un manchado leve e intermitente.
Otros síntomas de implantación del embrión
Además del sangrado de implantación que hemos comentado, existen otros síntomas de embarazo que pueden aparecer junto a este manchado. Estos síntomas también ayudan a determinar si realmente se trata de la implantación embrionaria o de la menstruación.
No obstante, es importante tener en cuenta que algunos síntomas de embarazo son similares a los síntomas premenstruales y, por tanto, pueden causar más dudas y confusión.
A continuación, vamos a indicar algunos síntomas propios del embarazo:
-
- Retraso menstrual.
- Cólicos, de uno o dos días de duración, similares al dolor que se siente durante la menstruación.
- Ligero hinchazón de los senos, sobre todo de la aureola y el pezón.
- Molestias por diarrea o estreñimiento, así como acidez de estómago.
- Frecuentes ganas de orinar.
- Somnolencia y cansancio.
- Náuseas e incluso vómitos, especialmente al despertarse.
- Aborrecimiento de la comida, tabaco y ciertos olores.
- Primeros antojos, mayor número de comidas con menor cantidad de alimentos.
¿Supone algún riesgo para el embarazo?
No. Los especialistas señalan que se trata de un acontecimiento natural que no supone ningún riesgo para el desarrollo del embarazo, ya que es solo una señal del aumento de irrigación en la zona donde se implanta el embrión.
Sí que es cierto que los problemas gestacionales, especialmente los referentes al aborto pueden ir asociados al sangrado. Pero este, como ocurre con la menstruación, es notablemente más intenso y suele llegar con dolores y otros síntomas que lo identifican.
¿Qué debo hacer si se produce este sangrado?
Aunque no hay razón alguna para tomar medidas especiales, en caso de duda es recomendable consultar con tu ginecólogo. Será él quien podrá confirmarte si se trata de un sangrado asociado a la implantación del embrión o no.
En la mayoría de los casos, el sangrado tras la implantación se manifiesta con pequeñas molestias, por lo que no suele requerir ningún tipo de atención adicional. Aun así, una valoración y asistencia adecuadas puede ayudar a los pacientes a entender que este hecho es parte del proceso normal de embarazo.
¿Es recomendable después del sangrado de implantación hacerse una prueba de embarazo?
Puesto que el sangrado de implantación suele producirse unos días antes de la fecha prevista de la regla, lo más recomendable es esperar a que se produzca el retraso en la menstruación para que el test sea más fiable. Es posible que aparezca un falso positivo o negativo, por lo que mejor esperar a la prueba según las indicaciones del profesional.
Si se tiene sangrado abundante pero también se siente dolor severo en el vientre, en el recto o se tienen antecedentes de infertilidad o enfermedades de reproducción, hay que acudir al médico inmediatamente para una valoración exacta de qué está ocurriendo.