El embarazo anembrionario, también conocido como embarazo anembrionado o huevo huero, es una complicación común de la gestación temprana que puede resultar en una pérdida temprana del embarazo.
Un embarazo anembrionario ocurre cuando un óvulo es fecundado por un espermatozoide, pero no se forma un embrión. En su lugar, se desarrolla una estructura llamada saco gestacional. El saco gestacional es un saco lleno de líquido que rodea al embrión en desarrollo en las primeras etapas del embarazo. En este, el saco gestacional se forma, pero el embrión no se desarrolla. Por ello, a menudo este es conocido coloquialmente como «huevo huero».
¿Cuáles son las causas de un embarazo anembrionado?
Las causas del embarazo anembrionario no están completamente claras, pero hasta el momento se sabe que están relacionadas con problemas genéticos o cromosómicos en el óvulo o el espermatozoide. También puede ser causado por una mala implantación del óvulo fecundado en la pared del útero. Aunque el es común, no se sabe por qué sucede con tanta frecuencia.
Síntomas del embarazo anembrionado
El embarazo anembrionario a menudo no tiene síntomas tempranos y la mayoría de las mujeres que lo experimentan no saben que lo tienen hasta que se realiza una ecografía prenatal. Sin embargo, algunas mujeres pueden notar cambios en su cuerpo, como náuseas, sensibilidad en los senos y fatiga, que son comunes en el embarazo temprano y, por tanto, pasar desapercibidos.
Diagnóstico de un embarazo anembrionado
El embarazo anembrionario se diagnostica mediante una ecografía prenatal. De forma habitual se realiza una ecografía entre la semana 6 y la 8 de embarazo, para confirmar su existencia y verificar el desarrollo del embrión. Si no se detecta un embrión en la ecografía, se realizarán pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico de embarazo anembrionario.
El diagnóstico del embarazo puede realizarse en diferentes etapas. Si en ninguna de éstas se localiza el embrión, nos encontramos con un embarazo anembrionado:
- El saco gestacional es la primera estructura que puede ser visible por ecografía transvaginal en la cuarta y quinta semana de gestación.
- La vesícula vitelina es una estructura proveniente del embrión que se puede observar en el interior del saco gestacional por ecografía transvaginal 2-3 días después de visualizarse éste.
- Entre la semana 7 y 12 de embarazo es posible escuchar el latido cardiaco del feto con una ecografía de ultrasonidos, también llamada eco-doppler.
- Finalmente, la visualización de la vesícula vitelina por ecografía pélvica de ultrasonido confirma definitivamente que hay embarazo.
Además de la ecografía, se comprobará la ausencia de síntomas de embarazo y el nivel de las hormonas para realizar un diagnóstico definitivo. Si éste empieza a disminuir significa que el embarazo ha sido interrumpido.
Tratamiento para el embarazo anembrionario
El tratamiento depende de la duración del embarazo y de la salud general de la madre. En la mayoría de los casos, si se diagnostica de forma temprana se aconseja a la mujer que espere a que el cuerpo lo expulse de forma natural. Si esto no sucede, puede ser necesario realizar un procedimiento médico para eliminar el tejido del saco gestacional.
Una vez que se ha comprobado la ausencia de estructuras embrionarias, no tiene sentido que el saco gestacional vacío permanezca en el interior del útero de la mujer, pues las células degeneran y las sustancias tóxicas que producen pueden dar lugar a serias alteraciones en la salud. El aborto es, por tanto, la única solución posible para estas pacientes, con el consecuente estudio genético del producto extraído.
Prevención del embarazo anembrionado
No hay medidas específicas para ello. Sin embargo, llevar un estilo de vida saludable y recibir atención prenatal adecuada puede ayudar a reducir el riesgo de complicaciones en el embarazo temprano.
Algunas medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo de complicaciones en el embarazo incluyen:
- Tomar ácido fólico antes y durante el embarazo: El ácido fólico es una vitamina importante que ayuda a prevenir defectos del tubo neural en el feto y puede reducir el riesgo de complicaciones tempranas del embarazo, como el embarazo anembrionario.
- Evitar fumar, consumir alcohol y drogas: Fumar, consumir alcohol y drogas pueden aumentar el riesgo de complicaciones en el embarazo, incluido el embarazo anembrionario.
- Mantener un peso saludable: Mantener un peso saludable antes y durante el embarazo puede ayudar a reducir el riesgo de complicaciones, incluyendo el embarazo anembrionario.
- Recibir atención prenatal adecuada: Es importante recibir atención prenatal adecuada desde el inicio del embarazo para identificar cualquier problema de salud temprano y tomar medidas para evitar complicaciones.
¿Se puede repetir dos veces seguidas?
El hecho de que el embarazo anembrionario se haya padecido una vez no significa que haya riesgo de que vuelva a ocurrir en el futuro, ni que la mujer presente problemas de fertilidad.
Un aborto de estas características, si se presenta con una evolución normal, no tiene implicaciones reproductivas futuras. La paciente podrá quedarse embarazada sin ningún problema tras recibir el tratamiento oportuno que requiera su caso concreto.
En caso de que fuera recurrente y se repitiera varias veces de manera consecutiva, convendría llevar a cabo un estudio genético en la pareja para determinar la causa que impide el desarrollo embrionario.