El fibroadenoma es el tumor benigno de las mamas más común y el tumor mamario más común en mujeres menores de 35 años. Tumor benigno significa que no es causado por cáncer. Un fibroadenoma se compone de tejido de glándula mamaria y tejido que ayuda a sostener a éste. Las mujeres de raza negra tienden a desarrollar fibroadenomas con más frecuencia y a una edad más temprana que las mujeres de raza blanca. La causa de los fibroadenomas se desconoce.
Estos tumores, que al tacto pueden recordar a una canica o una moneda, tienen una forma redonda. Además, responden a la presión y se mueven con facilidad en el interior del tejido. Su dimensión media ronda los 2,5 centímetros, pero pueden aumentar de tamaño con el paso del tiempo, ya que crecen de manera lenta y progresiva.
Tipos de fibroadenomas
No hay una única clase de fibroadenomas, sino que se pueden distinguir dos grandes categorías: los simples y los complejos.
1.- El fibroadenoma de mama simple: es liso y suele medir entre 1 y 3 centímetros. Por regla general, no entraña ningún riesgo de convertirse en cáncer de mama.
2.- El fibroadenoma de mama complejo: por su parte, sí que podría conllevar un incremento del riesgo de desarrollar cáncer mamario. Sus células pueden variar y tienen características diferentes, de ahí que esta clase de nódulo pueda ir haciéndose más y más grande.
Si bien estos dos fibroadenomas son los más comunes, es posible encontrar otros menos frecuentes, como los fibroadenomas gigantes (aquellos cuyas dimensiones exceden los 5 centímetros) y los fibroadenomas juveniles (aquellos que se detectan en adolescentes o jóvenes).
Cómo se diagnostica el fibroadenoma de mama
Cuando la paciente con un tumor mamario recurre a un especialista, este llevará a cabo un examen físico exhaustivo. Generalmente, la exploración mamaria es suficiente para diagnosticar el fibroadenoma de mama. Sin embargo, si todavía quedan dudas o se encuentra un nódulo que levanta sospechas, es posible efectuar nuevos exámenes para obtener más información.
La mamografía, una de las pruebas más utilizadas para detectar el cáncer de mama, emplea los rayos X para conseguir una imagen fiable de las glándulas mamarias. La ecografía, por otro lado, se sirve de los ultrasonidos para identificar las lesiones mamarias sin echar mano de la radiación. Y la biopsia por punción con aguja gruesa permite extraer una muestra de tejido para examinarla en el laboratorio con el objetivo de esclarecer su naturaleza.
Es posible, además, tener más de un fibroadenoma de mama de manera simultánea, que pueden presentarse en una o en ambas mamas al mismo tiempo.
Síntomas
Los fibroadenomas por lo regular son tumores o protuberancias solas. Aproximadamente del 10 al 15% de las mujeres tienen varias protuberancias que pueden afectar ambas mamas. Las protuberancias pueden ser: Fácilmente movibles bajo la piel Firmes Indoloras Elásticas Tienen bordes lisos y bien definidos. Pueden crecer en tamaño, sobre todo durante el embarazo. Los fibroadenomas con frecuencia se vuelven más pequeños después de la menopausia (si una mujer no está tomando hormonoterapia).
Tratamiento
Si una biopsia muestra que el tumor es un fibroadenoma, éste puede dejarse en el lugar o extirparse. Usted y el cirujano pueden analizar si se extirpa el tumor o no.
Las razones para hacérselo extirpar abarcan:
– Resultados anormales en las biopsias.
– Si presenta dolor u otros síntomas.
– Hay preocupación
En aquellos casos en los que el fibroadenoma no presente ninguna singularidad, el tratamiento, simplemente pasará por un seguimiento periódico del mismo. En éste se irá comprobando de forma periódica que la composición y el tamaño del fibroadenoma no sufren alteraciones.
Cirugía para tratar los fibroadenomas
En las ocasiones en las que produzca dolor, se podrá realizar una cirugía para extraerlo. En este caso, se podrá optar por una lupectomía, en la que se extraerá el tejido en su totalidad, o por una crioablación, tratamiento a través del cual se eliminarán las células sospechosas mediante la aplicación de frío con una aguja.