La hiperlaxitud vaginal o relajación vaginal es la pérdida de tensión de las paredes vaginales, lo que provoca la sensación de “vagina ancha” que tiene como consecuencia la disminución de sensibilidad durante las relaciones sexuales, conduciendo a una ausencia de satisfacción sexual tanto para la mujer como para su pareja.
Esta circunstancia se puede presentar en mujeres de cualquier edad y está estrechamente relacionado con los embarazos y como consecuencia de los partos o de la menopausia.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
- Sensación de Amplitud: Las mujeres pueden sentir que su vagina es más ancha o menos firme de lo que solía ser.
- Disminución de la Sensación Sexual: La hiperlaxitud vaginal puede afectar la sensibilidad durante el acto sexual, llevando a una disminución del placer.
- Problemas con el Control Urinario: Algunas mujeres pueden experimentar incontinencia urinaria de esfuerzo, donde el esfuerzo físico provoca la pérdida de orina.
- Prolapso de Órganos Pélvicos: En casos severos, los órganos pélvicos pueden descender, lo que causa molestias y otros problemas de salud.
¿Cuáles son las posibles causas de la Hiperlaxitud Vaginal?
- Parto Vaginal: Una de las causas más comunes de la hiperlaxitud vaginal es el parto, especialmente si ha habido múltiples nacimientos o partos difíciles que hayan exigido mucho esfuerzo físico.
- Envejecimiento: Con el paso del tiempo, los tejidos y músculos de nuestro cuerpo tienden a perder su elasticidad y firmeza. La disminución de los niveles de estrógeno durante la menopausia también contribuye a esta condición.
- Factores Genéticos: Algunas mujeres son más propensas a desarrollar hiperlaxitud vaginal debido a factores genéticos que afectan la elasticidad de los tejidos conectivos.
- Cambios de Peso: Fluctuaciones significativas en el peso, especialmente el aumento de peso, pueden estresar los músculos pélvicos y contribuir a la pérdida de tono.
Además, la hiperlaxitud puede deberse a otros factores como la tos o el estreñimiento crónicos o cualquier otro factor que provoque un aumento mantenido de la presión en el suelo pélvico.
Hay mujeres que son más susceptibles a padecer este síndrome que otras y todo ello va a depender de la calidad de sus tejidos y del tipo de vida que lleven.
La hiperlaxitud suele coincidir con sequedad vaginal en el posparto y además en muchos casos, se acompaña de cierto grado de incontinencia urinaria, que puedes ser de esfuerzo, de urgencia o mixta. Igualmente puede presentarse junto a prolapso genital, ya sea del útero o bien de las propias paredes vaginales (colpocele anterior, posterior o doble).
La mujer normalmente suele consultar por la alteración anatómica en sí: la sensación de prolapso en algunos casos, por las perdidas involuntarias de orina o bien porque ha perdido sensibilidad en sus relaciones sexuales.
Tratamiento para la Hiperlaxitud Vaginal
Hay diferentes opciones terapéuticas que van a variar en función del grado y de las preferencias de la paciente:
- Fisioterapia y técnicas de biofeedback por fisioterapeutas expertos en suelo pélvico: lo ideal es que toda mujer que vaya a dar a luz por vía vaginal tenga un entrenamiento especializado de su suelo pélvico previo para prevenir la hiperlaxitud vaginal. Una vez instaurada, se debe intentar siempre rehabilitar la zona independientemente del tratamiento adicional. Por tanto, la fisioterapia ha de ser un tratamiento básico en cualquier circunstancia, antes durante o después del resto de los tratamientos, dependiendo de cada mujer.
- Láser ginecológico Es un tratamiento muy completo, físico, que no solo trata la laxitud sino la sequedad y la incontinencia leve -moderada y no posee efectos secundarios.
- Cirugía. En situaciones más graves de incontinencia urinaria o prolapso genital.
- Dispositivos vaginales: Existen dispositivos vaginales que son colocados en la vagina y que ayudan a fortalecer los músculos del suelo pélvico
- Terapia hormonal: Si la hiperlaxitud vaginal está relacionada con una disminución de los niveles de estrógeno, puede recomendarse una terapia hormonal para aumentar los niveles de estrógeno en el cuerpo y mejorar la elasticidad de los tejidos vaginales
Prevención
Existen varias medidas que se pueden tomar para prevenir la hiperlaxitud vaginal:
- Ejercicios de Kegel, hacer ejercicios de Kegel regularmente puede ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico, lo que puede ayudar a prevenir la hiperlaxitud vaginal
- Controlar el peso, mantener un peso saludable puede ayudar a reducir la presión sobre los órganos pélvicos, incluyendo la vagina
- Evitar el uso prolongado de duchas vaginales: El uso prolongado de duchas vaginales puede alterar la flora vaginal y causar irritación y sequedad en los tejidos vaginales
- Evitar actividades que puedan dañar la zona vaginal, como el uso excesivo de juguetes sexuales, actividad sexual violenta o algunos deportes extremos
- Evitar el tabaquismo y el alcoholismo, ya que pueden causar daño a los tejidos y músculos vaginales
- Evitar, vigilar y tratar el estreñimiento crónico, ya que puede dañar los tejidos zona vaginal
- Procurar tener partos, si se da el caso, con las máximas garantías, para minimizar expulsivos prolongados y desgarros vaginales