La placenta accreta es una complicación grave del embarazo en la que la placenta se adhiere de forma anormal en el útero.
Se trata de una placenta que tiene una anormal adherencia al útero y es capaz de penetrar en este órgano. Al no desprenderse durante el parto o hacerlo incorrectamente, se produce un sangrado masivo que pone en riesgo la vida de la madre. Es una complicación del parto de primer orden que muchas veces pasa desapercibida en los controles prenatales. Lo normal es que la placenta salga de forma espontánea el llamado periodo de alumbramiento, una media hora después del nacimiento del bebé.
Un parto normal tiene tres fases:
1. Dilatación: fase en que el cuello del útero se borra y se dilata con las contracciones, hasta conseguir la dilatación completa del cuello, esto son 10 cm.
2. Expulsivo: fase en que la cabeza fetal desciende en la pelvis hasta que el feto ha salido por completo.
3. Alumbramiento: el feto ya ha salido y la placenta y las membranas se desprenden y se expulsan.
Cómo puede diagnosticarse la Placenta Accreta o Adherida
Si tienes factores de riesgo de placenta accreta durante el embarazo, por ejemplo, si la placenta cubre el cuello del útero de forma total o parcial (placenta previa) o si tuviste una cirugía de útero previa, el ginecólogo examinará detenidamente la implantación de la placenta del bebé. Normalmente no hay signos de alarma hasta el parto pero es posible detectarlo mediante el ecógrafo. El diagnóstico del acretismo placentario ha mejorado mediante la ecografía de las 18-20 semanas, la que se realiza en el segundo trimestre, y también en el ultrasonido del tercer trimestre. Cuando se detecta la placenta adherida, lo más importante es valorar contigo como elaborar un plan de parto seguro para tu bebé. Ese es el punto clave que va a determinar el éxito del alumbramiento.
¿Qué Causa La Placenta Accreta (Adherida)?
Se desconoce la causa específica de la placenta accreta (adherida), pero puede estar relacionada con la placenta previa y cesáreas anteriores. La placenta accreta está presente en 5% a 10% de las mujeres con placenta previa.
Un parto por cesárea aumenta la posibilidad de una futura placenta adherida, y más cesáreas aumenta la posibilidad. Tener múltiples cesáreas fue un factor en más del 60% de los casos de placenta accreta.
¿Cuál Es El Tratamiento Para La Placenta Accreta (Adherida)?
No hay nada que una mujer puede hacer para prevenir la placenta accreta, y es poco lo que se puede hacer para el tratamiento una vez que la placenta accreta se ha diagnosticado. Si usted ha sido diagnosticada con placenta accreta su ginecólogo supervisará su embarazo con la intención de programar el parto y el uso de una cirugía que pueda salvar el útero. Es particularmente importante discutir esta cirugía con su médico si desea tener más hijos.
Por desgracia , la placenta accreta puede ser lo suficientemente grave que puede ser necesaria una histerectomía. Nuevamente, es importante discutir las opciones quirúrgicas con su ginecólogo.
¿Cuál Es La Diferencia Entre La Placenta Accreta , Increta o Percreta?
La diferencia entre la placenta accreta, increta o percreta está determinada por la gravedad de la unión de la placenta a la pared uterina.
– La placenta accreta se produce cuando la placenta se adhiere demasiado profundo en la pared uterina, pero no se penetra en el músculo uterino. La placenta accreta es la más común que representa aproximadamente el 75% de todos los casos.
– La placenta increta se produce cuando la placenta se adhiere aún más profundo en la pared uterina y si se penetra en el músculo uterino. La placenta increta representa aproximadamente el 15% de todos los casos.
– La placenta percreta se produce cuando la placenta se penetra a través de toda la pared uterina y se adhiere a otro órgano como la vejiga. La placenta percreta es el menos común de las tres condiciones y es responsable de aproximadamente el 5% de todos los casos.