La perimenopausia es la etapa en la que el cuerpo realiza la transición natural hacia la menopausia, indicando el final de los años reproductivos. En esta etapa se produce una progresión que varía en función de cada mujer, puesto que se pueden detectar síntomas tanto a partir de los 40 años o incluso antes.
Durante esta etapa podemos detectar distintos cambios sutiles en el cuerpo de la mujer, así como cambios más evidentes:
- Periodo menstrual irregular: debido a una ovulación más impredecible.
- Problemas vaginales o de vejiga: pérdida de lubricación y elasticidad, que puede causar relaciones sexuales dolorosas. Además, también se es más vulnerable a infecciones vaginales.
- Disminución progresiva de la fertilidad: en cualquier caso, para evitar un embarazo se aconseja usar métodos anticonceptivos hasta que la mujer no haya menstruado en un año.
- Cambios en el impulso o deseo sexual.
- Sofocos y dificultades para dormir: varían en función de la mujer.
- Desequilibrio emocional: irritabilidad o mayor riesgo de depresión.
- Pérdida ósea: mayor riesgo de padecer osteoporosis.
El especialista incluso puede indicar a la paciente la realización de exámenes para determinar los niveles hormonales
La mayoría de los cambios que la mujer percibe durante la perimenopausia se deben a la disminución de estrógenos. Esto se debe a que el cuerpo, cuando está en proceso hacia la menopausia, aumenta y disminuye la producción de estrógeno y progesterona.