El ácido fólico es una ayuda indispensable durante el embarazo. Su función es la de prevenir los defectos del tubo neural, es decir, aquellos problemas que puedan surgir en el cerebro y en la médula espinal. Es útil siempre que se tome antes de la concepción y en las semanas iniciales del embarazo ya que las posibles alteraciones neuronales se producen antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas.
Beneficios del ácido fólico en el embarazo
En las etapas muy tempranas del embarazo, el ácido fólico es vital para un desarrollo fetal adecuado. Una deficiencia de este hará que la capacidad de división celular se reduzca y el feto no crezca como debería.
Por tanto, aquellas mujeres que estén pensando en quedar embarazadas, deberán tener las dosis recomendadas de ácido fólico, ya que:
- Reduce el riesgo de dar a luz a un bebé prematuro o con baso peso.
- Ayuda a prevenir los defectos del tubo neural, tubo que permite la formación de la médula espinal y del cerebro.
Si los niveles de ácido fólico en la embarazada no son los adecuados puede ocurrir una malformación fetal, especialmente en las primeras semanas de embarazo. La más común es la espina bífida. Se trata de un cierre incompleto del tubo neural, lo que ocasiona una discapacidad irreversible y permanente.
Otros de los beneficios del consumo de ácido fólico durante el embarazo es que evita que la embarazada padezca anemia. Además, la vitamina B9 también participa en la secreción de serotonina, reduciéndose así la posibilidad de depresión postparto.
Fuentes de ácido fólico
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las embarazadas tomen alrededor de 400-600 μg de ácido fólico al día, pero siempre es necesario tener en cuenta también las indicaciones del médico. A veces, el especialista aconseja tomar ácido fólico en compañía de suplementos de hierro durante el embarazo.
Algunos alimentos ricos en ácido fólico que pueden consumir las mujeres durante el embarazo son:
- Verduras de hoja verde como la rúcula, los berros, las espinacas, las acelgas o el perejil.
- Legumbres como las judías y los garbanzos.
- Frutos secos (castañas, nueces, avellanas y almendras).
- Hortalizas como, por ejemplo, el brócoli, espinacas, apio..
Pese a que estos alimentos tienen elevada cantidad de ácido fólico, su concentración puede ser diferente según el método de preparación. Por ejemplo, la cantidad de ácido fólico que aportan las espinacas crudas es de 192 μg por cada 100 gramos; mientras que si se cuece se reduce a 140 μg por cada 100 gramos de espinacas.
En cualquier caso, la cantidad de ácido fólico que se adquiere a través de la alimentación no suele ser suficiente para la embarazada, por lo que es habitual que se tome suplementos vitamínicos.
¿A qué hora debe tomar la embarazada el ácido fólico?
El mejor momento para tomar el ácido fólico dependerá de la situación de cada embarazada. Muchos especialistas aconsejan tomar el ácido fólico a primera hora de la mañana, es decir, durante el desayuno. Sin embargo, si la embarazada sufre náuseas y vómitos matutinos, lo mejor será que se tome el ácido fólico por la noche.
Por tanto, esta vitamina se puede tomar en cualquier momento del día sin ningún problema, pero se aconseja seguir las indicaciones del especialista.
¿Cuáles son las causas de una deficiencia de ácido fólico?
Existen varios motivos por lo que las personas pueden tener déficit de ácido fólico en el organismo. Entre ellas se encuentran:
- Enfermedad de Chron o celiaquía, ya que estas patologías impiden la absorción intestinal de vitamina B9.
- Comer verduras demasiado cocidas.
- Tomar pastillas anticonceptivas.
- Padecer anemia hemolítica.
Las mujeres embarazadas necesitan ácido fólico adicional durante todo el embarazo ya que debe producir las células sanguíneas adicionales que su cuerpo necesita durante ese período. El ácido fólico también contribuye al rápido crecimiento de la placenta y el feto y es necesario para producir nuevo ADN a medida que se multiplican las células.