Como su nombre lo indica, la anemia por deficiencia de hierro se debe a la falta de hierro. Sin el hierro necesario, el organismo no puede producir una cantidad suficiente de hemoglobina, sustancia presente en los glóbulos rojos que les permite transportar oxígeno. Como consecuencia, la anemia por deficiencia de hierro puede hacerte sentir cansado y con dificultad para respirar.
Inicialmente, la anemia ferropénica puede ser tan leve que pasa desapercibida. Pero a medida que el cuerpo se vuelve más deficiente en hierro y la anemia empeora, los signos y síntomas se intensifican.
Los signos y síntomas de la anemia ferropénica pueden incluir:
– Fatiga extrema
– Debilidad
– Piel pálida
– Dolor torácico, latidos cardíacos rápidos o falta de aliento
– Dolor de cabeza, mareos o vértigo
– Manos y pies fríos
– Inflamación o dolor en la lengua
– Uñas quebradizas
– Falta de apetito, especialmente en bebés y niños con anemia ferropénica
Si desarrollas signos y síntomas que sugieren la presencia de anemia ferropénica, consulta a tu médico para obtener un buen diagnóstico.