La autoexploración de mamas es fundamental para detectar cualquier anomalía o cambio que se produzca en la los pechos de la mujer. Es especialmente importante de cara a la detección precoz de un posible cáncer de mama, aunque los bultos que se puedan detectar no tienen por qué ser malignos, como es el caso de los miomas. De cualquier manera, cualquier alteración que se detecte de ser motivo para solicitar consulta con el ginecólogo.
La autoexploración de mamas se debe realizar una vez al mes, después de haber concluido la regla. Las mujeres que ya han superado la menopausia pueden establecer un día concreto al mes para llevarla a cabo.
La primera autoexploración de mamas deberá realizarse detenidamente, ya que permite aprender a conocer el aspecto y consistencia normal de las mamas, lo que permitirá posteriormente identificar posibles anomalías. Hay que tener en cuenta que la glándula mamaria tiene una consistencia nodular e inicialmente puede tenerse la sensación de que se palpan bultitos. En conveniente que en las primeras exploraciones se cuente con una persona experimentada que enseñe la técnica de forma adecuada.
Procedimiento para la autoexploración de mamas
Para realizar la autoexploración de mamas hay que colocarse ante un espejo. En primer lugar hay que dejar los brazos caídos y girar el tronco a uno y otro lado para observar si hay algún bulto tanto en la piel como en los pezones. Si se observan zonas enrojecidas o una textura similar a la piel de naranja habrá que consultar con el médico.
El siguiente paso es levantar los brazos para comprobar que el contorno de los pechos es uniforme y que ambos se leven de la misma manera.
Posteriormente hay que palpar cada una de las mamas con la mano contraria utilizando la yema de los dedos y movimientos circulares, empezando desde la parte externa hacia el pezón. Hay que recorrer toda la mama siguiendo líneas rectas, ya sea horizontal o verticalmente.
También hay que apretar los pezones para comprobar si sale algo de líquido.
La autoexploración de mamasdebe finalizar con el examen de las axilas, ya que gran parte de los tumores se producen en la parte de la mama más cercana a la misma, esta parte de la exploración se realiza con los brazos bajados..
En la ducha
Puedes aprovechar el momento de la ducha para revisar tus mamas. Con el agua jabonosa es más fácil encontrar masas y otras anomalías. Para ello sigue los mismos pasos que se han mencionado anteriormente.
Las posibles alteraciones que se pueden detectar con la autoexploración de mama y que deben ser motivo de consulta con el ginecólogo son las siguientes:
– La palpación produce dolor en algún punto concreto.
– Cambia el color o tiene una textura similar a la piel de naranja.
– Se detectan bultos o hundimientos.
– Sale líquido de los pezones.
Conviene saber que si se detecta algún bulto durante la autoexploración mamaria, en el 90% de los casos se trata de tumores benignos que tienen tratamiento y no de un cáncer.
¿Qué factores de riesgo son los más importantes para el desarrollo del cáncer de mama?
Los factores que pueden provocar un cáncer de mama pueden ser diversos, sin embargo algunos de estos son los más frecuentes.
– La edad es el primer factor de riesgo.
– El aumento de la expectativa de vida también incrementa la posibilidad de padecer un cáncer de mama.
– Los antecedentes familiares de riesgo (primer grado: madre, hermanas, varios casos en la familia, asociado a cánceres de ovario…),
– Antecedentes personales de haber padecido un primer cáncer de mama o de ovario.
– Una patología benigna de la mama de riesgo , como la hiperplasia ductal atípica, un carcinoma lobulillar in situ, etc.
– Otro factor de riesgo importante lo representan las alteraciones genéticas como mutaciones de BRCA-1, BRCA-2, PTEN y,
– Por último, las terapias hormonales sustitutivas, las radiaciones ionizantes, el sedentarismo, la obesidad, el consumo de alcohol, el tabaco o la edad del primer embarazo.
¿Cuándo se debe comenzar con las primeras mamografías/ecografías?
Una de las preguntas frecuentes de muchas mujeres es cuándo tienen que hacerse los primeros controles y mamografías, qué edad es la ideal para acudir.
Las mujeres asintomáticas deben iniciar los controles a partir de los 40 años y desde los 35 años aquellas con riesgo por antecedentes. Hay ginecólogos que tienen otros criterios diferentes y comienzan con otras edades.
Entendemos como mujeres sintomáticas, es decir, todas las que se notan alguna alteración en la mama, un bulto, un cambio o retracción de pezón, variaciones en la superficie de la mama, asimetrías o ganglio axilar, quienes al detectarlo deben acudir al médico.