Es la irritación e inflamación del hígado debido a infección con el virus de la hepatitis B (VHB). Es una enfermedad muy frecuente. Puede causar hepatopatía crónica y conlleva un alto riesgo de muerte por cirrosis y cáncer hepático.
Se transmite entre las personas por contacto directo de sangre a sangre o a través del semen o las secreciones vaginales de una persona infectada.
Los modos de transmisión más frecuentes son:
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relaciones sexuales sin proteccion
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perinatal (de la madre al recién nacido durante el parto)
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infecciones en la primera infancia
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prácticas de inyección peligrosas
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transfusiones de sangre contaminada
La mayor parte de los afectados no presentan síntomas durante la fase de infección aguda. Sin embargo, algunas personas desarrollan un cuadro agudo que puede durar varias semanas. Síntomas habituales son cansancio o fatiga extrema, náuseas, vómitos, fiebre, pérdida del apetito, dolor abdominal, diarrea. Otros síntomas: kictericia (color amarillento de ojos y piel), orina oscura, excrementos de color claro.
Al igual que con el VIH-SIDA, para prevenir la infección por hepatitis B se deben adoptar unas medidas higiénicas básicas para evitar contagio por via sexual, sanguínea o perinatal, medidas como:
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usar correctamente el preservativo en cada relación sexual con penetración vaginal, anal u oral y evitando eyaculación en la boca si se practica sexo oral
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usar material estéril y no compartir con nadie jeringuillas, agujas. Usar guantes si se tiene que tocar sangre de otras personas
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usar instrumentos para perforar la piel de un solo uso o estériles (pendientes, pearcing, material de tatuaje)
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no compartir cuchillas de afeitar ni cepillos de dientes ni cualquier otra cosa que pudiera tener restos de sangre