La himenoplastia o reconstrucción del himen es un procedimiento quirúrgico que repara y restituye la fina membrana que cubre la entrada de la vagina. Esta membrana está compuesta de tejido fibroso y elástico surcado por pequeños vasos. Cuando el himen se rompe, ocurre un leve sangrado (ésto no ocurre en todos los casos). La causa que puede generar la ruptura del himen suele ser la actividad sexual aunque está demostrado que en algunas circunstancias inusuales se puede romper al poner un tampón, practicando deportes como ciclismo, equitación o gimnasia o incluso espontáneamente. Esta práctica quirúrgica es muy solicitada por mujeres en cuya cultura es de gran importancia la virginidad de la mujer.
Existen tres tipos de himenoplastia:
1) Reparación temprana: se sutura una rotura en el himen en un periodo máximo de 15-20 días después de haberse roto.
2) Reconstrucción del himen a partir de las carúnculas o vestigios membranosos. Esta es la técnica más común.
3) Creación de una nueva membrana mediante un colgajo de la mucosa vaginal. Se puede combinar esta técnica con la anterior.
La restauración del himen puede realizarse de manera ambulatoria, bajo anestesia local (y/o sedación) y se lleva a cabo en una hora aproximadamente. Después de la operación, se recomienda reposo relativo por 24 horas, sin embargo, se puede caminar y permanecer sentada durante este tiempo. Es natural que se presente un poco de sangrado en las primeras 48 a 72 horas. Cualquier tipo de cicatrices que puedan resultar son muy pequeñas y se vuelven imperceptibles con el paso del tiempo. Después de esta cirugía se debe evitar cualquier tipo de actividad sexual o ejercicio intenso durante al menos un mes o durante otro período si así lo considera el especialista