La hiperplasia endometrial consiste en un crecimiento exagerado de las células que componen la capa superficial que rodea el útero, es decir, del endometrio. Esta afección suele aparecer en mujeres mayores de 45 años.
Generalmente, la proliferación excesiva de las células endometriales se asocia a niveles elevados de estrógenos en las mujeres en combinación con una disminución de los valores de progesterona.
Estas hormonas (estrógenos y progesterona) actúan sobre el ciclo menstrual de la mujer. El objetivo de los estrógenos es provocar el crecimiento celular del endometrio; mientras que la progesterona indica el momento del desprendimiento endometrial.
Factores de riesgo
Como en cualquier otra patología médica, existen factores de riesgo que hacen aumentar la probabilidad de que aparezca hiperplasia endometrial en la mujer. A continuación, se enumeran algunos de estos factores de riesgo:
- Persistencia folicular y como resultado la aparición de quistes dentro del ovario.
- Cirrosis hepática, es decir, la última fase de una enfermedad del hígado.
- Tumores suprarrenales.
- Pólipos en el cuello uterino.
- Presencia de miomas en el útero.
- Endometriosis.
Síntomas
El principal síntoma que hace sospechar a un especialista de una posible hiperplasia endometrial es una menstruación alterada. Otras manifestaciones en la mujer que podrían ser indicativos de hiperplasia en el endometrio son las siguientes:
- Abundante sangrado menstrual, tanto en cantidad como en duración.
- Ciclos menstruales cortos, inferiores a 21 días.
- Sangrados entre periodos.
- Hemorragia uterina después de la menopausia.
Pese a ello, son muchas las mujeres que padecen una hiperplasia endometrial y que no muestran ningún síntoma. Por tanto, existen casos de hiperplasia endometrial totalmente asintomáticos.
¿Cómo se diagnostica la hiperplasia endometrial?
Como ya hemos comentado, la detección de la hiperplasia endometrial en la mujer es importante, ya que puede evolucionar a cáncer. Además, la hiperplasia endometrial puede provocar sangrado uterino y ser indicativo de un posible síndrome de ovarios poliquísticos (SOP).
Principalmente, el diagnóstico de la hiperplasia endometrial en una mujer es básicamente histológico y se realizará a través de 3 pruebas médicas:
- Ecografía
- se lleva a cabo a través de la vagina y el ginecólogo medirá el grosor del endometrio. Si el endometrio está demasiado grueso, es un indicativo de una posible hiperplasia endometrial.
- Biopsia endometrial
- para obtener una muestra del endometrio que se analizará en el laboratorio la histología celular.
- Histeroscopia
- una prueba que permite visualizar la cavidad uterina y las mucosas, además de ayudar si se combina con la biopsia endometrial.
Tratamiento de la hiperplasia endometrial
El mejor tratamiento de la hiperplasia endometrial dependerá del tipo de hiperplasia diagnosticada y según el deseo de la mujer en lograr un embarazo en el futuro. Además, también es importante tener en cuenta la edad de la paciente y la existencia de otras patologías asociadas.
En el caso de mujeres diagnosticadas de hiperplasia endometrial y que quieren tener descendencia, el tratamiento consistirá en administrar píldoras anticonceptivas o progesterona. Estas mujeres deberán visitar a su ginecólogo de forma periódica para realizarse controles ecográficos.
Aquellas mujeres diagnosticadas de hiperplasia endometrial atípica y mujeres que no desean un embarazo en el futuro, la mayoría de especialistas proponen la extirpación del útero. La histerectomía en estos casos impide que la hiperplasia endometrial progrese hacia un cáncer.
Otra alternativa terapéutica para la hiperplasia endometrial es llevar a cabo un legrado y, a continuación, un tratamiento farmacológico con progestágenos.
¿Afecta la hiperplasia endometrial a la fertilidad?
La hiperplasia endometrial es una afección del endometrio caracterizada por proliferación exagerada. Esta afección puede afectar en forma total al endometrio o en forma focal constituyendo los denominados pólipos endometriales.
En cualquier caso las proliferaciones anormales del tejido endometrial deben observarse e incluso, en ocasiones, recomendar la biopsia para descartar patologías complejas.
El endometrio es el tejido biológico donde se producirá la anidación del embrión. Por esta razón, un desarrollo anormal del mismo generara un terreno sumamente hostil e inadecuado para que se lleve adelante la gestación.