El hipotiroidismo es una patología caracterizada por una hipoactividad de la glándula tiroides, es decir, una menor actividad de la glándula. Esto provoca una producción insuficiente de hormonas tiroideas y una disminución de las funciones vitales del organismo.
Las hormonas tiroideas, tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), son las encargadas de la estimulación de los tejidos para la fabricación de proteínas, así como de aumentar la cantidad de oxígeno en las células.
Estas hormonas son secretadas por las células epiteliales de la glándula tiroidea a través del uso del yodo contenido en los alimentos. La secreción de las hormonas T3 y T4 está regulado por la hormona estimulante del tiroides (TSH), la cual es producida por la hipófisis.
Tipos del hipotiroidismo
Principalmente, el hipotiroidismo se puede clasificar en dos tipos según el factor desencadenante:
- 1. Hipotiroidismo primario: es la forma más común de la enfermedad. En este caso, la afección está provocada por un fallo en la propia glándula tiroides. Además, los niveles de hormona TSH con elevados.
- 2. Hipotiroidismo secundario: causado por una alteración en la hipófisis, provocando una disminución de los valores de TSH.
- Aparte de estos dos tipos de hipotiroidismo, también es importante tener en cuenta el hipotiroidismo periférico o terciario. Esta afección no es frecuente y suele estar provocada por la incapacidad de los tejidos a responder a las hormonas tiroideas o por la inactivación periféricas de las hormonas tiroideas. En este caso, la alteración se encuentra a nivel de hipotálamo.
Causas y factores de riesgo
El hipotiroidismo puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad y sexo. Entre las posibles causas más frecuentes que provocan alteraciones en la glándula tiroides se encuentra la destrucción de la glándula por la tiroiditis de Hashimoto, una enfermedad autoinmune bastante habitual en la población femenina. Esta patología está caracterizada por el ataque de los linfocitos T citotóxicos a la glándula tiroides.
Además, existen diferentes factores que pueden aumentar el riesgo de padecer hipotiroidismo. A continuación, se enumeran algunos de ellos:
- Tratamiento previo radiactivo de yodo al cuello o al pecho.
- Cirugía de la tiroides.
- Enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, el lupus y la diabetes.
- Trastornos genéticos como el Síndrome de Turner y el Síndrome de Down.
- Administración de ciertos medicamentos, como la amiodarona y el interferón.
- Después del parto.
Cabe destacar que estos son factores de riesgo y no significa que toda persona que se encuentre en alguna de estas situaciones vaya a desarrollar hipotiroidismo.
Síntomas
Los síntomas del hipotiroidismo dependen de cada persona y son difíciles de percibir, a veces incluso pueden confundirse con síntomas de depresión. Entre las manifestaciones clínicas más comunes del hipotiroidismo se encuentran las siguientes:
- Estreñimiento o heces duras.
- Palidez o piel reseca.
- Hinchazón de la cara, manos y pies.
- Aumento del peso corporal.
- Periodos menstruales abundantes y anormales.
- Disminución del líbido.
- Dolor en los músculos y las articulaciones.
- Cansancio
- Otros..
Estos son los síntomas más frecuentes del hipotiroidismo, pero no quiere decir que una persona diagnosticada de esta afección vaya a presentar todas las manifestaciones clínicas. Además, es bastante habitual la presencia de elevadas concentraciones de colesterol en sangre en las personas hipotiroideas.
Diagnóstico del hipotiroidismo
El hipotiroidismo puede diagnosticarse a través de los signos clínicos del paciente y pruebas de laboratorio. El especialista solicitará un análisis de sangre para estudiar los valores de hormonas tiroideas y hormonas estimulantes del tiroides (TSH).
Además, la determinación de los niveles de TSH en sangre puede ayudar a diagnosticar hipotiroidismo subclínico, un tipo de afección que no genera signos ni síntomas en las personas. En el análisis sanguíneo de estas personas, los niveles de T3 y T4 son normales, pero la TSH está por encima de los valores de referencia.
En aquellos casos donde haya presencia de bocio en el paciente, el médico también solicitará una ecografía tiroidea.
Hipotiroidismo e infertilidad
El hipotiroidismo puede afectar a la fertilidad, ya que reduce la producción de óvulos, y también provoca irregularidades en el ciclo menstrual. Además, el déficit de hormonas tiroideas conlleva al aumento de los niveles de prolactina, hormona que impide la ovulación en las mujeres no embarazadas cuando está en elevadas concentraciones.
El aparato reproductor, tanto masculino como femenino, necesita una cantidad suficiente de hormonas tiroideas para que funcione correctamente. En caso de lograr una gestación, las mujeres hipotiroideas deben tener especial cuidado, ya que los bajos niveles de hormonas tiroideas se relaciona con un incremento en la tasa de abortos espontáneos.
Problemas en el embarazo
Como ya hemos comentado, el hipotiroidismo puede presentarse durante o después del embarazo. Por desgracia, muchos de los síntomas del hipotiroidismo se pueden confundir con los del embarazo y, como consecuencia, la enfermedad ni se trata ni se diagnostica.
En las mujeres embarazadas, el hipotiroidismo puede causar aborto espontáneo con una probabilidad cuatro veces mayor de lo normal. Por eso, es importante descubrir un posible hipotiroidismo antes del embarazo o muy en sus inicios.
Si no hay diagnóstico ni tratamiento para el hipotiroidismo, las mujeres embarazadas corren el riesgo de desarrollar hipertensión, tener un parto prematuro y los bebés pueden no alcanzar un desarrollo intelectual completo.
En cambio, aquellas pacientes diagnosticadas como hipotiroideas, tomarán una medicación basada en una terapia de hormona de reemplazo de forma ordenada y correcta. Seguramente, habría que subir un poco la dosis, ya que el embarazo supone un sobreesfuerzo para el tiroides. Cuando una mujer hipotiroidea se quede embarazada, será necesario que acuda al médico tan pronto como conozca que se está embarazada. El especialista, dependiendo de los resultados de las analíticas realizadas, ajustará la dosis de mediación para que el embarazo tenga todas las posibilidades de éxito y no corra peligro. Es importante que haya una buena comunicación entre el ginecólogo y el endocrino.
Conclusión: Las complicaciones de hipotiroidismo en el embarazo son la dificultad para conseguir un embarazo en los casos mal controlados, la probabilidad de aborto en el primer trimestre, cuando la hormona no se encuentra en valores normales, y el riesgo de preeclampsia (tensión arterial elevada)