La autoestima, concepto y valoración que cada persona tiene de sí misma, es uno de los constructos psicológicos que más repercuten en diversos aspectos del bienestar personal, incluyendo las relaciones personales y sexuales.
Ese concepto que cada uno de nosotros posee, se va forjando a largo de los años a través de nuestra relación con el mundo. Las experiencias buenas y malas, las relaciones sociales, los éxitos y fracasos, los modelos en los que nos fijamos… todo ello contribuye a moldear nuestra autoestima, la cual, a su vez, influye en diversos aspectos de nuestra vida.
Sin embargo, no todo el mundo atiende por igual a las mismas áreas personales a la hora de auto valorarse. .
Como ya se ha mencionado los problemas de autoestima repercuten negativamente en diversas áreas vitales, y de todas ellas, una de las que se ven más afectadas es el área sexual. Tanto a la hora de entablar relaciones meramente amistosas con el otro sexo, como en el “ligoteo”, como en la relación sexual, la sombra de una falta de autoestima o un descenso puntual de la misma, puede oscurecernos el momento.
Si existe un problema de autoestima generalizado o estas inseguridades son muy recurrentes, el deseo sexual suele verse afectado y con ello el placer.
Además, el miedo al fracaso, o a no gustar lo suficiente, conduce a la evitación de la situación, de modo que puede generarse un círculo vicioso en el que los temores nunca se resuelvan.
Sin embargo este tipo de miedos no sólo afectan a personas con severos problemas de autoestima, ya que ésta no es algo estable, global y permanente, en realidad fluctúa dependiendo del tipo de actividad que estemos desempeñando en un momento dado, del estado de ánimo, de los acontecimientos recientes, etc. Y por tanto, nadie está exento de sufrir las repercusiones de la inseguridad. Incluso entre hombres y mujeres, que por lo general poseen un buen concepto de sí mismos, es fácil encontrar a muchos a los que le asalten miedos y pequeñas bajadas de autoestima en el terreno sexual.
Si una persona tiene una autoestima adecuada, es decir ni baja ni demasiado alta, vivirá de forma sana y saludable la sexualidad con su pareja. Si la autoestima es la adecuada, el mensaje subconsciente que nos enviamos es el de que somos capaces de complacer y de ser complacidos, de ofrecer amor y amar. Hay que darle la importancia a la estética que realmente merece no a la que nos impongan
Y hay que ser conscientes de que el verdadero valor es el interior de las personas.