La cesárea consiste en una cirugía para extraer al bebé en el momento de su nacimiento mediante una doble incisión en el abdomen y el útero de la madre.
En la mayoría de casos, es preferible que los bebés vengan al mundo a través de un parto natural. Sin embargo, la cesárea ha permitido en muchas ocasiones salvar la vida tanto de la madre como del bebé. Por eso, es una práctica habitual en el día a día de los hospitales.
Indicaciones maternas
La causa de hacer una cesárea, de manera urgente o no, se debe a complicaciones o enfermedades de la madre que va a dar a luz. Las indicaciones más comunes son las siguientes:
- Cirugía previa sobre el músculo uterino o cesáreas anteriores.
- Enfermedad grave: cáncer, cardiopatías, nefropatías, etc.
- Deformaciones o estrechez de la pelvis.
- Alteraciones en el cérvix: tumor, infección, herpes, etc.
- Fístulas urinarias o intestinales graves.
- Infección susceptible de transmitir al niño a través del canal del parto (transmisión vertical): VIH, herpes, etc.
- Enfermedades como la diabetes o la hipertensión que requieran rapidez en el proceso.
- Rotura del útero en el momento del parto.
Indicaciones fetales
Se toma la decisión de hacer una cesárea por complicaciones en el feto que pueden poner en peligro su vida o la de la madre. Éstas son las siguientes:
- El niño está en posición de nalgas, transversal o con los pies por delante.
- Malformación en el feto o gemelos siameses.
- Embarazo múltiple, como el caso de trillizos.
- Muertes fetales previas.
- Placenta previa o desprendimiento prematuro de la placenta.
- Desproporción cefalopélvica (DCP): el bebé es demasiado grande para pasar por la pelvis.
- Prolapso en el cordón umbilical o cuando el niño viene con el cordón enrollado al cuello.
- Bradicardia (disminución del ritmo cardíaco) o cualquier otro estrés que indique sufrimiento fetal.
Cuando el trabajo de parto se detiene y no sigue adelante o si el cuello uterino no se dilata lo suficiente también sería necesario recurrir a la cesárea. No se debe olvidar que, aunque la cesárea sea una operación relativamente segura, no deja de ser una intervención quirúrgica mayor, con todos los riesgos y complicaciones que ello conlleva.
Tipos de cesáreas
En la actualidad, las cesáreas son segmentarias, lo cual significa que el corte se realiza en el segmento inferior del útero, donde el daño es menor y la cicatrización más rápida. A continuación, vamos a comentar los 3 tipos que existen:
- 1.- Cesárea horizontal o transversal
- es la más común por las ventajas que ofrece, ya que la hemorragia es menor, la apertura es fácil, se dañan menos fibras, y deja una cicatriz más resistente y menos visible. El corte se realiza en la zona baja del vientre y se conoce como incisión o corte bikini.
- 2.- Cesárea en forma de T
- implica doble corte, uno horizontal y otro vertical. La cicatriz es más llamativa y difícil de reparar. Aunque no es habitual, se realiza en algunos casos de parto prematuro, bebé de gran tamaño, bebé de nalgas u otras complicaciones, ya que la abertura es más grande y ello facilita la salida del bebé.
- 3.- Cesárea vertical
- este corte fragmenta más fibras y provoca una hemorragia mayor. Por ello, no suele hacerse, a excepción de situaciones determinadas como los casos de placenta previa. Además, la cicatriz que deja es estéticamente muy vistosa.
Otros tipos de cesáreas
Lo más habitual es que una mujer no sepa cómo va a ser su parto hasta ese preciso momento, es decir, si va a ser vaginal o por cesárea. No obstante, algunas situaciones sí que implican el hecho de tomar la decisión previa de hacer o no una cesárea.
Cesárea de urgencia: se realiza ante una complicación durante el embarazo o el parto vaginal. Esto obliga a extraer al bebé cuanto antes a través del abdomen para evitar consecuencias graves que puedan comprometer su vida o la de la madre.
Cesárea programada o electiva: se realiza cuando hay una indicación médica antes de que tenga lugar el parto. Suele programarse entre la semana 37 y 38 de gestación. De esta forma, se garantiza que el niño nazca cuando esté suficientemente desarrollado y no afecte a su salud ni a la de la madre.
Cuidados especiales tras una cesárea
A diferencia que en un parto natural, la recuperación de una cesárea es más costosa e implica que la madre y su hijo pasen un mayor número de días en el hospital, unos 4 días normalmente.
Algunos de los cuidados más importantes después de esta cirugía son:
- Analgésicos para calmar el dolor, sobre todo los primeros días.
- Caminar lenta y progresivamente después de 24 horas para agilizar la recuperación.
- Utilizar compresas higiénicas ante la aparición de los loquios (pérdidas de sangre). No utilizar tampones.
- La herida debe lavarse con agua y jabón diariamente, aunque también puede usarse algún antiséptico iodado. Seguidamente, se seca bien y se aplica una gasa estéril sobre ella.
- Los puntos de la cirugía suelen retirarse a los 10 días de la operación por parte de un médico o matrona. Algunos ginecólogos hoy en día ya no utilizan ni puntos ni grapas como antiguamente, si es el caso, ya le explicarán detalladamente..
- Mantener la cicatriz bien hidratada con geles y cremas para facilitar su desinflamación y posterior desaparición. El aceite de rosa mosqueta es muy efectivo para la regeneración de la piel.
- Usar una faja postparto sin costuras durante unos 30 días. Esto ayudará a cerrar bien todos los tejidos y facilitará tanto la cicatrización interna como la externa pero debe ser consensuado entre paciente y ginecólogo.
Complicaciones de una cesárea
Las posibles complicaciones que pueden surgir en la madre después de una cesárea son las siguientes:
- Hemorragias y coágulos de sangre.
- Dolor tras el parto.
- Fiebre puerperal: fiebre tras el parto.
- Aparición de un seroma: infección de la herida quirúrgica.
- Mayor probabilidad de sufrir complicaciones en futuros embarazos: placenta previa o placenta acreta.
Esto va a depender de cada paciente y pueden darse o no incluso aparecer muchos otros.
¿Se puede hacer la ligadura de trompas a la vez que la cesárea?
Sí, de hecho es algo que muchas mujeres hacen. Es una forma de aprovechar el corte abdominal de la cesárea para hacer la esterilización definitiva. Además, la recuperación de la cesárea es igual si se hace con o sin ligadura de trompas.