El Helicobacter pylori (H. pylori) es una bacteria en forma de espiral que crece en el tubo digestivo y suele adquirirse durante la infancia. Está presente en más de la mitad de la población mundial y es una causa frecuente de úlceras estomacales. La vía de transmisión es la saliva, el vómito o la materia fecal, pero también puede transmitirse a través de alimentos y agua contaminados. Las personas que viven en países en desarrollo son más vulnerables a infectarse. Esto se debe a que suelen presentar los factores de riesgo que facilitan su transmisión, como la convivencia con muchas personas y la falta de suministro de agua limpia. Los síntomas más habituales son la acidez y el dolor estomacal agudo, las náuseas, la pérdida del apetito, los eructos frecuentes, la hinchazón y la pérdida involuntaria de peso.
Las complicaciones relacionadas con la infección van desde úlceras (alrededor del 10% de las personas con la infección las tienen) o inflamación de la mucosa del estómago (causa irritación y gastritis), hasta cáncer de estómago, si no se trata.
La mayoría de las personas no se da cuenta de que tiene una infección por Helicobacter pylori porque nunca se enferma. Si tienes signos y síntomas de una úlcera péptica, el médico probablemente le hará pruebas para detectar una infección por Helicobacter pylori.
Pruebas para diagnosticar si se tiene Helicobacter Pylori
- Análisis de sangre: Permite obtener los anticuerpos generados por el organismo en contra de la bacteria. Si existe infección, éstos se podrán detectar.
- Prueba del aliento: el helicobacter pylori convierte la urea en CO2, que se detecta en la respiración, si existe infección. Esta prueba se realiza para confirmar el diagnóstico y, un mes después del tratamiento, para confirmar la erradicación de la bacteria.
- Prueba de las heces: Permite la detección de antígenos de la bacteria en las heces. Normalmente se realiza después del tratamiento para determinar si ha sido efectivo.
- Endoscopia: Prueba que permite examinar el esófago, el revestimiento del estómago y parte del intestino delgado. Permite observar si existen úlceras, linfoma MALT (un tipo de cáncer del sistema linfático asociado a mucosas) o cáncer.
Síntomas
La mayoría de las personas con infección por Helicobacter pylori nunca presentarán signos ni síntomas. No se sabe con certeza por qué muchas personas no tienen síntomas, pero es posible que algunas personas nazcan con una mayor resistencia a los efectos nocivos de Helicobacter pylori.
Cuando se manifiestan los signos y síntomas de la infección por Helicobacter pylori, suelen estar relacionados con una gastritis o una úlcera péptica(es una llaga en el revestimiento del estómago -úlcera gástrica) o en la primera parte del intestino delgado (úlcera duodenal):
- Dolor urente o ardor en el estómago (abdomen)
- Dolor estomacal más agudo que puede empeorar con el estómago vacío
- Náuseas
- Pérdida del apetito
- Eructos frecuentes
- Hinchazón
- Pérdida de peso involuntaria
Tratamiento de la infección por Helicobacter pylori
De confirmarse la infección por H. pylori, se recetarán antibióticos y otros medicamentos para calmar el dolor. Tomar la medicación de forma rigurosa, tal y como está prescrita, es muy importante para que no se creen resistencias y empeore el problema. Por ahora, no existe ninguna monoterapia lo suficientemente eficaz para eliminarlo ni tampoco una vacuna, ya que tiene una gran capacidad de evadir el sistema inmunitario. En las últimas dos décadas, se ha observado que la bacteria ha incrementado su resistencia a los antibióticos y ha pasado a formar parte de los 20 patógenos que representan una mayor amenaza en cuanto a la creación de resistencias. Por eso, normalmente se recetan dos o más antibióticos junto con protector gástrico para erradicarlo.
Ante cualquier síntoma de alarma o sospecha acuda a su médico de confianza.
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Dr. Franco Reins