La ovulación es el momento más fértil del ciclo menstrual. El ovario libera un óvulo maduro a la trompa de Falopio, donde espera para unirse a un espermatozoide y que tenga lugar la fecundación.
Después de la ovulación, el óvulo maduro tiene una vida media de 24 horas. Si durante este tiempo no ha sido fecundado, la gruesa pared del útero se derrumba provocando la menstruación y será necesario esperar al siguiente ciclo menstrual para que haya posibilidad de embarazo. Algunas mujeres experimentan diferencias en la duración del ciclo, con períodos mas cortos (21 días) o mas prolongados (de hasta 35 días).
La ovulación suele tener lugar hacia la mitad del ciclo menstrual, siempre y cuando la mujer tenga ciclos regulares. Aproximadamente, en un ciclo menstrual de 28 días, la ovulación sucede sobre el día 14 (esto va a depender de cada mujer).
Como hemos dicho, el ciclo menstrual se encuentra regulado por las hormonas sexuales. Las más importantes son la FSH y LH secretadas por la hipófisis del cerebro. Estas hormonas alcanzan su máximo durante la fase ovulatoria del ciclo y, por tanto, son un buen indicador de los días fértiles, sobre todo la LH.
Tanto las mujeres que buscan el embarazo como aquellas que pretenden evitarlo tienen interés en conocer los días fértiles con el objetivo de saber cuál es el mejor momento para mantener relaciones sexuales sin protección.
Cómo calcular los días fértiles
En primer lugar, es necesario saber la duración del ciclo menstrual de cada mujer, teniendo en cuenta que éste se inicia con la menstruación y termina con la llegada de la menstruación del siguiente ciclo.
Como hemos dicho, la ovulación ocurre sobre el día 14 en un ciclo menstrual regular de 28 días. Se considera que el periodo fértil abarca desde 2 días antes de la ovulación hasta 2 días después (días periovulatorios). Por tanto, los días fértiles se corresponderían a los días 12-16 en este caso. En caso de ciclos menstruales más largos o más cortos, la mejor forma de calcular el día de la ovulación sería restando 15 días a la fecha prevista de la próxima regla. De la misma manera, habría que tener en cuenta los días previos y posteriores de la ovulación. El hecho de considerar un periodo de 5 días fértiles se debe al tiempo de supervivencia que tienen los espermatozoides en el tracto reproductor femenino, que suele ser de unas 72 horas. Por tanto, aunque la relación sexual tuviera lugar días antes de la ovulación, también habría posibilidad de embarazo.
Test de ovulación
Este método es más preciso que el anterior y, por eso, lo utilizan las mujeres que se encuentran en búsqueda activa de embarazo, sobre todo cuando éste se retrasa en llegar.
El test de ovulación mide el nivel de la hormona LH en la orina y puede adquirirse en una farmacia.
La hormona LH empieza a aumentar de manera exponencial entre 36 y 24 horas antes de la ovulación, momento en el que alcanza su máximo, y luego vuelve a disminuir.
Por ello, cuando el test de ovulación es positivo, la mujer se encuentra en los días fértiles. La ventaja frente al método del calendario es que también predice la ovulación aunque la mujer tenga ciclos menstruales irregulares.
Síntomas de la ovulación
Existen algunos signos y síntomas en el cuerpo de la mujer que pueden ser indicativos de la ovulación. Los comentamos a continuación:
- Cambios en la temperatura
- se produce una elevación de 0.2 a 0.5 °C en el momento que se produce la ovulación. Esto se debe al aumento de la progesterona tras la liberación del óvulo.
- Cambios en el flujo vaginal
- aumenta la cantidad y textura. Se vuelve más elástico y resbaladizo para permitir el paso de los espermatozoides por el cuello uterino. Esto se debe al aumento de estrógenos en el organismo.
- Cambios en el cérvix
- se sitúa más alto, con consistencia blanda y un orificio más abierto para que puedan entrar los espermatozoides.
- Dolor
- pinchazos o malestar en la zona baja del vientre al producirse la rotura del folículo ovárico.
¿Cuál podría ser la causa de no haber ovulación?
Hay varias causas que pueden hacer que no ovulemos. Una de las más frecuentes es el Síndrome del Ovario Poliquístico, una patología benigna que afecta a muchas mujeres jóvenes. Consiste en un trastorno endocrino que no permite una correcta ovulación.
También podría presentarse una anovulación de causa hipotalámica o hipofisaria, como por ejemplo, el ejercicio físico intenso, el bajo peso, etcétera. Otras alteraciones hormonales como alteraciones en la hormona tiroidea (TSH) o la prolactina, pueden hacer que no se produzca la ovulación correctamente.