Un lipoma es un bulto de grasa que aparece entre la piel y el músculo. Tiene un crecimiento lento, pero no es cancerígeno ni supone un peligro para la salud. En este sentido, deben diferenciarse de los liposarcomas que, aunque son muy similares en aspecto a los lipomas, sí se tratan de tumores malignos de las células grasas.
En cuanto a su causa, esta no se conoce de forma clara, pero sí se aprecia una tendencia genética. Es frecuente que, si una persona cuenta con familiares con lipomas, ella pueda presentarlos también. A pesar de que se trata de un bulto de grasa, no está relacionado con una mayor presencia de esta, como en los casos de sobrepeso u obesidad.
Los lipomas se identifican por ser bultos pequeños bajo la piel, de tacto suave y que se pueden mover fácilmente con los dedos. Además, no suelen ser dolorosos, pero pueden llegar a serlo si presionan los nervios o tienen muchos vasos sanguíneos.
En lo referente al tratamiento, este no suele ser necesario, ya que en raras ocasiones produce molestias o problemas. En casos en que el lipoma sea grande, ejerza presión o se desee eliminar por estética, se podrá extirpar mediante cirugía menor ambulatoria
Debido a que no tienen una causa concreta y los factores de riesgo para padecerlo no se pueden controlar, es imposible prevenir los lipomas.
A pesar de que los lipomas no son peligrosos, es importante revisar la piel de forma frecuente, ya que pueden aparecer otros signos o afecciones que sí pueden serlo. Asimismo, es fundamental acudir al médico ante cualquier sospecha y mantener buenos hábitos de vida, como seguir una buena alimentación, no exponerse al sol sin protección etc
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