En primer lugar, cuando una mujer decide acudir a realizarse una revisión ginecológica es importante que escoja a un ginecólogo con el que pueda hablar con confianza de ciertos temas delicados, como el sexo, el control de la natalidad y el embarazo. A día de hoy se tiene un concepto equivocado sobre que el ginecólogo sea hombre, las mujeres suelen pensar que van a estar más cómodas con una ginecóloga pero a decir verdad Todos los ginecólogos son profesionales, independientemente de su género, y un ginecólogo hombre es muy prudente porque sabe el pudor que nos dá su presencia.
En lo relativo a la salud ginecológica muchas mujeres tienen dudas sobre cuándo deben realizarse una revisión, en qué consisten las pruebas o si es mejor acudir a la seguridad social o a un especialista en una clínica privada.
Son muchas las opiniones al respecto, sin embargo, lo más importante es la tranquilidad y la seguridad de que tu salud íntima está en orden durante todas las etapas de la vida: desde la juventud, la maternidad o la menopausia. Uno de los principales factores, y quizá el más importante, a tener en cuenta a la hora de elegir tu centro para la revisión ginecológica es que te aporte confianza.
La evaluación ginecológica comienza con una serie de preguntas (historia clínica ginecológica) que, en general, se centran en el motivo de la visita.
Una historia clínica ginecológica completa incluye:
- Datos relacionados con la menstruación: edad de inicio de la menstruación (menarquia), su frecuencia, regularidad, duración y cantidad de flujo, así como las fechas de los dos últimos períodos menstruales.
- Hemorragia anormal, excesiva o escasa, o episodios de menstruación anormal.
- La actividad sexual para determinar la presencia de infecciones ginecológicas, lesiones y la posibilidad de un embarazo.
- El uso o no de métodos para el control de la natalidad y si le interesa recibir asesoramiento u otra información.
- Número de embarazos, las fechas en que tuvieron lugar, el resultado y las complicaciones que se presentaron así como abortos anteriores.
- Si la mujer tiene dolor durante la menstruación, durante el coito o en otras circunstancias, con qué intensidad se presenta y cómo logra calmarlo o evitarlo.
- Cuestiones que atañen a los problemas de las mamas (dolor espontáneo, bultos, dolor al tocarse, enrojecimiento y secreción por los pezones).
- Si practica el autoexamen de mamas, con qué frecuencia y si necesita instrucciones para conocer su técnica.
Exploración ginecológica:
Algunas mujeres se sienten incómodas ante un examen ginecológico. Tal circunstancia se debe comunicar al médico de antemano, para que éste pueda tomarse más tiempo y asegurarse de responder a todas las preguntas.
El ginecólogo realizará el siguiente examen:
- Exploración genital: para la exploración del aparato genital, la mujer debe sentarse en una camilla . Una vez colocada, se procede a la inspección de la vulva. Se introduce un espéculo (instrumento tubular parecido al pico de un pato) en la vagina y cuando llega al cuello uterino se abre, lo que nos permitirá observar las características de la vagina y del cervix, además de tomar una muestra para citología. Después de retirar el espéculo se procede a realizar una exploración bimanual de útero y ovarios
Si el médico sospecha que existen otros trastornos, se realizarán otras pruebas complementarias. - Ecografía abdominal o transvaginal: se comprueba el estado del útero y ovarios asi como la presencia o no de quistes y miomas.
- Exploración mamaria: se comprueba si las mamas son iguales, si hay alteraciones en la piel, en el pezón o en la areola, si hay secreción por los pezones y si existen nódulos y sus características. También se procede a descartar la existencia de adenopatías axilares.
El objetivo principal de una revisión ginecológica es descartar que no existan cambios en los órganos reproductivos que puedan indicar riesgo de desarrollo de enfermedad. Si se detecta de forma precoz, las posibilidades de que se pueda tratar son muy altas.
Periodicidad
Las revisiones ginecológicas se deben comenzar cuando la mujer empieza a tener relaciones sexuales y por supuesto, siempre que pueda tener cualquier problema relacionado con su aparato genial femenino o las mamas.
La periodicidad de las revisiones ginecológicas debe establecerse tras una valoración de los factores de riesgo de la paciente. Por lo general, se recomienda que se realicen de forma anual. De no hallarse factores de riesgo, pueden pasar a controles más espaciados. Es labor del ginecólogo educar a la paciente sobre los medios de prevención y factores de riesgo.