Los cambios hormonales, los miedos y mitos pueden reducir la actitud de las mujeres embarazadas hacia el sexo. Pero eso no tiene base, ya que si se puede mantener relaciones sexuales durante los nueve meses de embarazo siempre y cuando el médico no lo desaconseje. No existen estudios científicos que demuestren que las relaciones sexuales durante la gestación perjudiquen en modo alguno al bebé. Salvo que exista prescripción médica que indique lo contrario, buscar el placer sexual contribuye al bienestar de la pareja, y especialmente, al de la embarazada y eso sí que repercute positivamente en su salud.
Es una de las etapas más importantes y felices de una pareja y se debe acabar con los mitos sobre el embarazo y el sexo. Solo se debe dejar de tener relaciones sexuales en el caso de prescripción médica comopor ejemplo por amenaza de aborto, de parto prematuro, rotura prematura de membranas, sangre en la placenta en la segunda mitad del embarazo o sangre de origen genital.
El uso del preservativo no es necesario salvo que exista riesgo de enfermedad de transmisión sexual. Es posible que durante los meses de embarazo sí se produzca un descenso de la líbido, aunque dependerá de la mujer en concreto ya que no existen estudios que lo avalen. De producirse así, el origen se deberá sin más a la alteración hormonal. Sí es más común esa inapetencia sexual tras el embarazo y durante el siguiente año, pero poco a poco se recuperará la situación anterior al embarazo. Hay que tener una vida sexual plena, y recordemos que el sexo es algo más que el coito. Si se produce la penetración se debe procurar que el impacto sobre el cuello del útero no sea violento. No hay que evitar las caricias, ni los gestos cariñosos, ni las señales de amor, haya o no haya embarazo.