La biopsia corial o de vellosidades coriales (BVC) es una prueba prenatal invasiva en la que se obtienen células de la placenta para analizarlas y detectar si el bebé sufre alguna anomalía.
Este estudio genético prenatal se realiza entre las semanas 10 y 14 de embarazo, lo cual permite obtener un diagnóstico más temprano que en el caso de la amniocentesis (esta prueba se realiza en la semana 16 de gestación).
¿Amniocentesis o biopsia corial?
La amniocentesis y la biopsia corial son dos técnicas de diagnóstico prenatal de carácter invasivo e idéntico nivel de riesgo. Entre una y otra existen diferencias importantes que merece la pena señalar:
Amniocentesis | Biopsia corial | |
Muestra | Un pequeño volumen de líquido amniótico. | Una pequeña porción del tejido placentario (vellosidades coriónicas). |
Momento en el que se practica | A partir de la 15ª semana de embarazo. | Entre las semanas 10ª y 14ª de gestación. |
Procedimiento de extracción | Punción abdominal | Punción abdominal o extracción transcervical. |
¿Cuándo se realiza esta prueba?
Una de las ventajas de la biopsia corial es que puede realizarse entre las semanas 10 y 14 de gestación, obteniéndose así un diagnóstico precoz. En cambio, la amniocentesis no puede realizarse antes de la semana 15.
Esto es algo muy importante, ya que en caso de obtener un resultado alterado, la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) es menos traumática que si se realiza más tarde.
No obstante, si se hiciera una biopsia corial antes de la semana 10, podría tener consecuencias en el feto como el acortamiento de sus extremidades.
¿Cuándo está indicada la biopsia corial?
Puesto que se trata de un procedimiento invasivo, la biopsia de vellosidades coriónicas solamente se realiza en mujeres con alguna indicación.
A continuación, vamos a comentar estas situaciones:
- Embarazadas con antecedentes de anomalías cromosómicas en alguna gestación previa.
- Padres portadores de alteraciones genéticas o cromosómicas.
- Observación de alteraciones fetales en la ecografía del primer trimestre.
- Obtención de un riesgo combinado alto (1/250) en el triple screening para la trisomía 21 (Síndrome de Down), la trisomía 18 (Síndrome de Edwards) u otras aneuploidias.
- Edad materna avanzada: mujeres mayores de 35 años.
¿Qué se puede detectar con una biopsia corial?
Debemos tener en cuenta que las pruebas prenatales invasivas solo se practican cuando existen fundadas sospechas de que el feto puede sufrir ciertos problemas de salud. En otro caso, no se llevarían a cabo debido a los riesgos que conllevan.
Entonces, ¿la biopsia corial, qué enfermedades detecta?
- Anomalías relacionadas con el número de cromosomas: tal es el caso del síndrome de Down (trisomía 21), del síndrome de Patau (trisomía 13) o del síndrome de Edwards (trisomía 18).
- Enfermedades genéticas hereditarias: por ejemplo, es útil para diagnosticar la fibrosis quística, la enfermedad de Tay-Sachs o la anemia de las células falciformes.
- Grado de madurez pulmonar fetal.
- Sexo del bebé. El uso de la BVC para ello solo se permite en aquellos casos en los que existe riesgo de desarrollar enfermedades hereditarias vinculadas al género del feto (por ejemplo, hemofilia).
La coriocentesis no permite detectar la presencia de defectos congénitos en la médula espinal y en la columna vertebral. Por lo tanto, no nos servirá para diagnosticar problemas como la anencefalia o la espina bífida.
Resultados de la biopsia corial
Con el análisis de las vellosidades coriales de la placenta es posible descartar más de 200 patologías en el feto, entre ellas trastornos genéticos, defectos del tubo neuronal o malformaciones cardiacas.
Los primeros resultados de estudio pueden obtenerse en tan solo 48 horas, donde se descartan las enfermedades más comunes, lo cual es mucho más rápido que en la amniocentesis. El estudio completo de la biopsia corial tardará unas semanas, ya que también incluye el cultivo celular.
Por otra parte, la fiabilidad de la amniocentesis es un poco superior a la fiabilidad de la biopsia corial. A pesar de ello, el estudio de las vellosidades coriales tiene un grado muy elevado de precisión y proporciona un resultado válido en el 99% de los casos.
Existe una posibilidad mínima de obtener un resultado dudoso por el llamado mosaicismo confinado a la placenta. Al desarrollarse más rápidamente, las células de las vellosidades coriónicas pueden presentar alteraciones cromosómicas que realmente no existen en el feto.
En este caso, sí que sería necesario hacer una amniocentesis para confirmar el resultado de la biopsia corial.
Qué riesgos tiene la biopsia corial
El principal riesgo de la biopsia corial es el aborto, aunque hoy en día solamente ocurre en un porcentaje menor al 1%.
Sí que es más probable que ocurra un sangrado vaginal después de la biopsia transvaginal, por eso es importante guardar reposo después de la prueba.
¿Es dolorosa la prueba de la biopsia corial?
La prueba, en principio, no es dolorosa. No obstante, algunas mujeres sienten molestias durante la biopsia corial, pero suelen ser molestias parecidas a cuando se realiza una citología. Por tanto, la embarazada puede notar un pinchazo o dolor menstrual cuando la biopsia se realiza por vía transvaginal.
Si la biopsia se hace por vía transabdominal, la mujer puede sentir una ligera molestia cuando la aguja entra en la barriga y posterior dolor en la parte inferior de la espalda.
¿Qué ocurre si se obtienen unos resultados malos en la biopsia corial?
Cuando el resultado del análisis de las vellosidades coriales está alterado, es decir, es indicativo de que el feto está afectado por alguna malformación o anomalía genética, la mujer o la pareja tendrá que decidir si desean continuar con el embarazo o practicar un aborto.
En ocasiones, dependiendo del caso, el especialista puede recomendar llevar a cabo una amniocentesis para confirmar el resultado.
Sin embargo, cuando se va a interrumpir el embarazo de manera voluntaria, lo mejor siempre es hacerlo lo antes posible.