La hiperémesis gravídica puede tener efectos negativos sobre la salud de la madre y la del bebé, por lo que se debe tratar adecuadamente.
Las nauseas y los vómitos son bastante comunes en el embarazo de muchas mujeres, pero en este caso hablamos de intensos y persistentes vómitos y nauseas que van acompañados de mareo, dolor de cabeza o desmayo, pérdida de peso, debilidad.. y para muchas mujeres se vuelve insoportable.
Se cree que esta causa severa de nausea es causada por un aumento en los niveles de hormonas , sin embargo, la causa absoluta es aún desconocida. En algunos casos la hiperemesis gravídica es tan severa que la hospitalización puede ser requerida.
Factores de riesgo
Hay diversos factores que podrían aumentar las posibilidades de padecer hiperémesis gravídica. Entre ellos, se encuentran:
- Hiperémesis gravídica en un embarazo previo.
- Embarazo gemelar o múltiple.
- Embarazo molar o mola hidatiforme.
- Infección por Helicobacter pylori.
Por otro lado, también se han propuesto otros factores de riesgo como la obesidad, la diabetes preexistente, una edad joven y no haber tenido hijos previamente.
Síntomas
Como hemos mencionado, el principal síntoma de la hiperémesis gravídica son las náuseas y vómitos severos que persisten durante el embarazo. No obstante, esta situación puede llevar a que la mujer presente:
- Imposibilidad de comer y/o beber.
- Pérdida de peso mayor del 5%.
- Deshidratación.
- Desnutrición.
- Tensión arterial baja (hipotensión) y aumento de la frecuencia cardiaca (taquicardia).
- Alteraciones en el equilibrio electrolítico de las sales del organismo.
- Fatiga, sensación de mareo e, incluso, desmayo.
- Hipertiroidismo temporal.
- Salivación excesiva.
Además, debido a la falta de nutrientes y vitaminas que causa la hiperémesis gravídica, la embarazada puede desarrollar anemia y otras complicaciones graves como la encefalopatía de Wernicke. Por otro lado, también pueden ocurrir daños en el esófago por los vómitos constantes, lo que puede llevar a la presencia de sangre en el vómito.
Finalmente, en cuanto a los efectos sobre la gestación, la hiperémesis gravídica se ha asociado con el parto prematuro, con tener un bebé más pequeño de lo que correspondería para su edad gestacional y con el bajo peso al nacer.
Sin embargo, es muy importante también mencionar que los vómitos y náuseas constantes reducen la calidad de vida de la mujer. La embarazada limita sus actividades, sus contactos sociales y puede manifestar síntomas de depresión y ansiedad. Por este motivo, es necesario el apoyo de familiares, amigos y, si es necesario, psicológico. Se debe entender que la hiperémesis gravídica no se trata de unas náuseas y vómitos habituales.
Diagnóstico
El diagnóstico de la hiperémesis gravídica se realiza teniendo en cuenta los síntomas de la paciente y su pérdida de peso. No obstante, también se realizarán ciertas pruebas como un análisis de orina y sanguíneo, para evaluar el estado de la mujer y para descartar otras posibles causas de vómitos.
Tratamiento
En cuanto al tratamiento de la hiperémesis gravídica, inicialmente la mujer puede probar con ciertos remedios como los siguientes:
- Descansar.
- Ingerir poca comida y frecuentemente.
- Evitar las comidas excesivamente condimentadas, así como los preparados fritos.
- Tomar mucho líquido, pero poco a poco. Si el líquido produce vómitos a la embarazada, las frutas pueden ser otra opción.
- Intentar detectar ciertos desencadenantes de los vómitos, como olores o ciertas comidas, y evitarlos.
Ante cualquier duda o síntomas anteriores descritos, consulte siempre con su médico y nunca se automedique
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