Los miomas son los tumores benignos que aparecen con más frecuencia en las mujeres. Normalmente, se presentan de forma múltiple, pero también los podemos encontrar en solitario.
Se originan a partir del músculo liso uterino y con frecuencia son asintomáticos. En un 25% de los casos producen sintomatología según su localización o tamaño, como sangrado uterino anormal, síntomas por compresión de estructuras vecinas, dolor pélvico o infertilidad.
En miomas pequeños y asintomáticos se puede optar por una conducta expectante (control evolutivo), mientras las mujeres permanezcan asintomáticas y no se observe un crecimiento exagerado del mioma.
En pacientes cercanas a la edad de la menopausia y asintomáticas, debemos considerar también el manejo expectante incluso con cierta independencia del tamaño del mioma, dado que después de la menopausia es normal observar una disminución de tamaño o incluso la degeneración de este.
Se desconocen las causas exactas de un útero miomatoso, pero se sabe que su aparición y crecimiento están influenciados por las hormonas del ciclo menstrual, principalmente por los estrógenos. Un desequilibrio hormonal y el aumento del nivel de estrógenos en el organismo puede dar lugar a la aparición de miomas, que no es más que el crecimiento de una masa anormal de tejido muscular.
Tipos de miomas uterinos
Todos los fibromas se originan del miometrio. No obstante, se distinguen tres tipos de miomas dependiendo de dónde se encuentren y la dirección hacia la que crezcan:
- – Subserosos
- crecen hacia la cavidad abdominal. Los miomas subserosos pueden llegar a comprimir órganos adyacentes si se desarrollan mucho, pero suelen ser asintomáticos. Este tipo de miomas son los más comunes (55%).
- – Intramurales
- se mantienen en el espesor del miometrio. Este tipo proliferan en la porción central del miometrio y aumentan el tamaño del útero. También son frecuentes (40%).
- – Submucosos
- crecen hacia la cavidad uterina. Son los miomas menos frecuentes (5%), pero los que provocan más síntomas, ya que aumentan el sangrado menstrual (hipermenorrea) y pueden provocar anemia ferropénica. Los miomas submucosos tienen más posibilidades de volverse malignos
Síntomas de la miomatosis uterina
Como ya hemos comentado, en muchas ocasiones, los miomas no suelen provocar ningún síntoma. Sin embargo, en algunas mujeres, dependiendo de la localización, el tamaño y la dirección del crecimiento, pueden causar:
- Sangrado entre menstruaciones (metrorragia).
- Menstruaciones más largas y abundantes (menorragia).
- Reglas dolorosas (dismenorrea).
- Relaciones sexuales dolorosas (dispareunia).
- Dolores pélvicos e hinchazón abdominal.
- Compresión y sensación de presión en vejiga, uréter y recto.
- Ganas de orinar frecuentes.
- Anemia.
- Infertilidad
El 20% de los miomas crecen durante el embarazo y regresan a la normalidad tras el parto, y es frecuente la degeneración o necrosis.
Puede aumentar el riesgo de aborto en los que deforman la morfología de la cavidad y la incidencia de partos pretérmino o problemas en el parto en función localización del mioma.
¿Cómo se diagnostican los miomas?
Normalmente, el diagnóstico de los miomas se realiza mediante un examen físico de la zona pélvica, seguido de una ecografía abdominal o transvaginal para confirmar su presencia. El diagnóstico es más difícil en pacientes con obesidad, ya que cuesta más hacer la palpación.
También se pueden realizar otras técnicas más complejas para confirmar su diagnóstico y descartar otros tipos de alteraciones como tumores ováricos o inflamación de las trompas:
- 1- Histeroscopia: consiste en introducir una cámara a través de la vagina para inspeccionar el interior de la cavidad uterina. Es útil para el diagnóstico y extracción de los miomas submucosos.
- 2- Laparoscopia: se inserta una cámara a través de un pequeño orificio en el abdomen para visualizar su interior. Permite observar los miomas subserosos e incluso extraerlos.
- 3- Histerosonografía: consiste en realizar una ecografía a la vez que se inyecta una solución salina en el interior del útero para mejorar la visualización de éste.
- 4- Resonancia magnética: permite crear imágenes utilizando imanes y ondas de radio potentes. No suele realizarse rutinariamente debido a su precio.
- 5.- Tomografía axial computerizada (TAC): consiste en realizar muchas radiografías para conseguir una imagen 3D de la zona pélvica. Esta técnica tampoco suele utilizarse para diagnosticar miomas.
- 6- Biopsia endometrial: tomando una muestra de tejido, permite diagnosticar tumores malignos.
Tratamiento
El tratamiento de la miomatosis dependerá de la edad de la paciente y su deseo de tener hijos, así como del tamaño y el peso que tengan los miomas. Los miomas que son asintomáticos y de tamaño pequeño no tienen necesidad de ser tratados, sólo revisados.
a) Tratamientos no invasivos
Estos tipos de tratamientos permiten retrasar o evitar la cirugía. Los más comunes son:
- Analgésicos
- para controlar el dolor de los miomas de pequeño tamaño.
- Anticonceptivos hormonales
- para regular las menstruaciones y los dolores que provocan.
- Tratamiento hormonal con agonistas de la GnRH
- disminuye el nivel de estrógenos en sangre provocando una situación parecida a la menopausia, por lo que hay que tener en cuenta sus efectos secundarios. El tratamiento mejora los síntomas pero no hace desaparecer el mioma, por lo que al suspender la medicación, vuelve a crecer.
b) Tratamientos invasivos
En los casos en que no se consigue remitir los síntomas causados por los miomas mediante fármacos, se opta por tratamiento quirúrgico. Existen varias opciones:
- Embolización de las arterias uterinas
- se utiliza para miomas pequeños y consiste en detener el riego de sangre del mioma provocando que éste reduzca su tamaño o desaparezca por completo. Se consigue introduciendo micropartículas en las arterias uterinas mediante un catéter.
- Miomectomía
- consiste en la extirpación de los miomas preservando el útero. Esta técnica es la usada por aquellas mujeres con intención de tener hijos. No garantiza que no puedan volver a crecer miomas en un futuro. Puede realizarse mediante histeroscopia (miomas submucosos) o laparoscopia (miomas subserosos).
- Histerectomía
- es la extirpación parcial o total del útero. Esta cirugía se realiza en mujeres de edad avanzada que ya no tienen intención de tener hijos.