El cuerpo produce una oleada de hormonas cuando se está en una situación de estrés. Estas hormonas aumentan temporalmente la presión arterial y hacen que el corazón lata más rápido y que los vasos sanguíneos se estrechen.
No hay pruebas de que el estrés por sí solo cause presión arterial alta a largo plazo. Pero reaccionar al estrés de manera poco saludable puede aumentar el riesgo de tener presión arterial alta, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
¿Cuáles son las principales causas de la presión arterial alta?
En la mayoría de los casos, los médicos no pueden señalar la causa exacta de la presión arterial alta. Sin embargo, se sabe que hay varias cosas que pueden elevar la presión arterial, entre ellas:
- Edad: El riesgo de tener presión arterial alta aumenta con la edad. Hasta principios de la mediana edad, la presión arterial alta es más común en los hombres. En las mujeres, es más probable que se desarrolle después de la menopausia.
- Antecedentes familiares
- Tener sobrepeso u obesidad: Cuanto más pesas, más sangre necesitas para llevar nutrientes a tus tejidos. A medida que el volumen de sangre aumenta, también lo hace la presión contra las paredes arteriales.
- Falta de actividad física: Las personas inactivas tienden a tener un ritmo cardíaco más rápido. Eso aumenta la fuerza de la sangre contra las paredes arteriales.
- Consumo de tabaco: El consumo de tabaco aumenta inmediatamente la presión de la sangre de manera temporal. Además, las sustancias químicas del tabaco pueden dañar el revestimiento de las paredes arteriales.
- Demasiada sal
- Falta de potasio
- Falta de vitamina D
- Beber demasiado alcohol
- Estrés: Los altos niveles de estrés pueden generar un aumento temporal, pero notable, de la presión arterial.
- Ciertas condiciones crónicas: Entre ellas, el colesterol alto, la diabetes, la enfermedad renal y la apnea del sueño.
Los aumentos en la presión arterial relacionados con el estrés pueden ser drásticos. Pero cuando el estrés desaparece, la presión arterial regresa a la normalidad. Sin embargo, incluso los picos frecuentes y temporales en la presión arterial pueden dañar los vasos sanguíneos, el corazón y los riñones de una manera similar a la presión arterial alta a largo plazo.
¿Cómo se trata la presión arterial alta?
Cambiar tu estilo de vida puede ayudar a mejorar la presión arterial alta. Si tienes presión arterial alta, asegúrate de hablar con tu médico acerca de tomar las siguientes medidas:
- Come alimentos saludables como frutas, verduras, granos integrales y alimentos lácteos con bajo contenido de grasa. Consume mucho potasio. Reduce el consumo de grasas saturadas y totales.
- Reduce la sal en tu dieta. Trata de mantener un consumo de sal de 1,500 miligramos por día. Muchos alimentos ya contienen mucha sal. Observa el contenido de sal de los alimentos procesados, como las sopas enlatadas o las comidas congeladas.
- Mantén un peso saludable. Si tienes sobrepeso, bajar aunque sea solo cinco libras puede reducir la presión arterial.
- Haz ejercicio regularmente.
- Limita tu consumo de alcohol. Eso significa una bebida por día para las mujeres y las personas mayores de 65 años, y dos por día para los hombres.
- No fumes.
- Controla el estrés. Practica técnicas saludables para sobrellevarlo, como la relajación muscular y la respiración profunda. Trata de dormir mucho.
- Controla tu presión arterial en tu hogar.
Muchas personas necesitan la ayuda de medicamentos. A menudo, solo los cambios en el estilo de vida no son suficientes para controlar la presión arterial alta. Tu médico también podría recetarte medicamentos para mantenerla en un nivel más seguro. Hay muchos tipos de medicamentos disponibles que funcionan de diferentes maneras para reducir la presión arterial. Algunos relajan los vasos sanguíneos para facilitar el flujo de la sangre. Algunos ayudan al cuerpo a eliminar el exceso de sal y agua. Esto reduce el volumen en la sangre para ayudar a disminuir la presión arterial. Otros medicamentos hacen que tu corazón lata más lentamente. Tu médico también podría recetarte una combinación de medicamentos. Con frecuencia, dos o más juntos funcionan mejor que uno solo.
Pero recuerda, siempre hay que estar vigilado y controlado por el médico de familia