El miedo al embarazo es algo común, especialmente en embarazadas primerizas, mujeres que han tenido experiencias negativas en gestaciones anteriores y mujeres que se han sometido a tratamientos de fertilidad. Su aparición es más habitual en las primeras semanas del embarazo, relacionado con un mayor riesgo de aborto espontáneo, y en las últimas, debido a la inminencia del parto. Este miedo también se relaciona con la incertidumbre de no saber cómo se va a desarrollar la gestación y con posibles problemas de salud en el feto, y en él juegan un papel muy importante el instinto maternal, que empuja a la madre a proteger a su hijo antes de nacer, y el instinto de supervivencia de la mujer ante posibles complicaciones en el parto.
A pesar de ser normal, es importante que el miedo al embarazo no origine situaciones de estrés y nerviosismo acentuado peligrosas para madre y bebé. Por ello, conviene informarse para afrontar esta etapa con mayor tranquilidad y evitar riesgos innecesarios, ya que la mayoría de los embarazos se desarrollan con normalidad y con complicaciones mínimas.
Miedo al aborto
Muchas mujeres, además de tener miedo al embarazo, tienen miedo a que éste pueda interrumpirse por un aborto espontáneo.
Este temor, más habitual en madres primerizas y durante las primeras semanas de gestación, va disminuyendo a partir de la octava semana de la gestación cuando las posibilidades de sufrir un aborto se van reduciendo.
Durante el embarazo es conveniente realizar ciertas pruebas médicas para tener un buen control y un buen cuidado de la salud de la paciente.
1ª Visita
Hay que confirmar el buen estado de salud de la paciente antes de quedarse embarazada, tanto a nivel ginecológico como a nivel general. De esta manera, se puede planificar el embarazo con las condiciones más favorables para la paciente permitiendo detectar riesgos por enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión..) o genéticas.
Antes de quedarse embarazada es recomendable tomar diferentes micronutrientes, como ácido fólico o yodo, importantes para una buena evolución del embarazo.
2º Control de embarazo
Las revisiones que se realizan durante el embarazo tienen el objetivo de evitar complicaciones o posibles riesgos que puedan afectar a la vida de la madre o del feto. Para prevenir e identificar trastornos maternos o fetales es importante realizar ecografías frecuentemente y analíticas durante el embarazo para conseguir que la madre y el feto estén en perfecto estado de salud.
Durante el primer trimestre de gestación deberás realizar una analítica de sangre a la madre (semana 10-11). Los datos que el ginecólogo solicitará son:
- Grupo sanguíneo y Rh: Se realiza para que el médico sepa cuál es nuestro grupo sanguíneo, por si necesitamos una transfusión de sangre durante el embarazo o el parto. Determinar el factor Rh también es importante para detectar una posible incompatibilidad de Rh entre la mujer embarazada y su bebé.
- Test de Coombs indirecto o escrutinio de anticuerpos irregulares (EAI): Se realiza a todas las pacientes independientemente de su Rh, para detectar otras posibles incompatibilidades de grupo sanguíneo menos frecuentes.
- Hemograma: para conocer el estado de la sangre, la presencia de anemia y descartar patologías.
- Analítica de orina: las infecciones de orina son más frecuentes en el embarazo y deben ser tratadas siempre.
- Serologías: se trata de conocer la inmunidad frente a determinadas infecciones como la Rubeola, la sífilis, la toxoplasmosis, Hepatitis y VIH.
- Prueba de cribado de cromosomopatías: análisis de 2 marcadores bioquímicos (beta-hCG libre y PAPP-A) para la detección del riesgo de posibles alteraciones genéticas
Además, estos controles contribuyen a ayudar a la embarazada aclarando todas las dudas y miedos que puedan surgir acerca del embarazo y del parto.
3º Ecografía
La ecografía es otra de las pruebas que se deben realizar en distintos momentos del embarazo, ya que permite estudiar el crecimiento del feto para detectar malformaciones fetales o posibles síndromes.
En el primer trimestre se realiza una ecografía que permite establecer la correcta localización del embarazo, la presencia de uno o más fetos, la existencia de latido cardiaco y la forma uterina. Además, en la semana 12 del embarazo se realizan mediciones específicas para comprobar las probabilidades de que el feto tenga Síndrome de Down y otras anomalías.
Triple Screening o cribado de cromosopatías
Se realiza el mismo día de la ecografía de la semana 12. Se trata de una estimación matemática del riesgo de que el bebé esté afecto de dos cromosomopatías tales como la trisomía 21 (Síndrome de Down) y la trisomía 18 (síndrome de Edwards). Este cálculo se hace teniendo en cuenta tres datos:
- La edad de la madre (cuanto mayor más riesgo)
- Los niveles de dos proteínas fabricadas por la placenta(beta-hCG libre y PAPP-A),
- Los datos obtenidos en la ecografía de la semana 12 (tamaño del bebé y translucencia nucal)
Es importante saber que no es una prueba concluyente, es decir no es un diagnóstico, sino que mide un índice de riesgo. En caso de riesgo alto se recomienda realizar exámenes más precisos, que actualmente pueden ser: test de ADN fetal en sangre materna (mediante una analítica de sangre), o bien una amniocentesis o una biopsia corial, ambas técnicas invasivas, para descartar o confirmar el riesgo. Nuestros ginecólogos les asesorarán en todo momento sobre cuál será la opción más adecuada, valorándolo de manera individual.
Test de detección de anomalías cromosómicas más frecuentes en el embarazo a través del estudio del ADN libre del feto presente en la sangre materna. A través de una extracción sanguínea se pueden obtener resultados fiables. Está indicado para los siguientes casos:
- A partir de la 10ª semana de gestación (10 semanas+ 0 días, 12 semanas en caso de embarazo múltiple)
- Puede realizarse en casos de reproducción asistida, incluyendo FIV con donación de gametos.
- Es apto para gestaciones gemelares.
En el segundo trimestre, se debe realizar otra ecografía con el fin de determinar el correcto desarrollo del feto y la existencia de malformaciones (Ecografía morfológica de la semana 20)
La ecografía del tercer trimestre determina el correcto crecimiento del feto, así como que el líquido amniótico es el adecuado y la placenta funciona de forma correcta.
4º Monitorización fetal
Es la última prueba que debe realizarse durante el embarazo , que se lleva a cabo de forma semanal a partir de las 37 y 38 semanas de embarazo. Esta prueba ayuda a controlar el estado de salud del bebé. Se realiza mediante un registro de la variación cardiaca del feto y de las contracciones de la madre. El gráfico determina si existen signos de sufrimiento por parte del feto.
¿Cuándo debo pedir ayuda especializada?
Para superar el miedo al embarazo es importante contar con el apoyo de tus seres queridos, informarse correctamente y dejarse asesorar por profesionales. Sin embargo, aunque muchas mujeres experimentan abiertamente sus miedos, otras los guardan para sí porque hablar de ello les produce angustia. En algunos de estos casos será necesario acudir a un profesional para ayudar gestionar esos sentimientos, especialmente si:
- El miedo genera situaciones de estrés, nerviosismo e incertidumbre continuas.
- El miedo impide a la embarazada descansar o le provoca pesadillas frecuentes.
- La embarazada no sale a la calle para evitar riesgos.
- La embarazada evita los controles médicos por temor a la información que reciba en ellos.
- Se observa en la gestante conductas nocivas y perjudiciales para ella o para el feto para evadir su miedo al embarazo (por ejemplo consumo de drogas o alcohol).