El líquido amniótico empieza a formarse sobre la cuarta semana de embarazo, cuando el embrión ya ha implantado en el útero y se forma el saco amniótico, también denominado amnios.
La composición del líquido amniótico va variando a lo largo del embarazo. En el primer trimestre, el líquido amniótico es un ultrafiltrado del plasma sanguíneo materno y está compuesto por proteínas, hidratos de carbono, glúcidos y electrolitos que ayudarán al desarrollo fetal.
A partir de la semana 12, el feto también interviene en la renovación del líquido amniótico aportando su orina, que será el componente principal en las próximas semanas.
La cantidad de líquido amniótico también cambia a lo largo de la gestación. La cantidad máxima se alcanza en la semana 34, donde el volumen del líquido es de unos 800-1000 ml. A partir de la semana 38 de embarazo, esta cantidad empieza a disminuir hasta los 600 ml aproximadamente, pero no os orientéis por estas medidas porque cada embarazo y cada bebe es un mundo.
Funciones del líquido amniótico
Durante el embarazo, el feto se encuentra flotando dentro del útero suspendido por el líquido amniótico. Éste es fundamental para el correcto desarrollo del feto y la gestación.
Las funciones principales del líquido amniótico son las siguientes:
- Permite que el feto pueda moverse libremente sin que las membranas del saco amniótico se adhieran a su cuerpo. Esto contribuye al correcto crecimiento óseo.
- Protege al feto de los golpes externos o movimientos súbitos. El líquido amortigua los posibles traumatismos abdominales en la madre y/o el efecto de las contracciones uterinas.
- Del mismo modo, también amortigua los movimientos del feto para que la madre no sienta dolor. Además, el líquido evita los posibles daños a los órganos maternos próximos, así como la compresión del cordón umbilical.
- Mantiene la temperatura adecuada y constante alrededor del feto, evitando la pérdida de calor, además de proporcionar el ambiente estéril más adecuado para su desarrollo.
- Permite el correcto desarrollo de los pulmones del feto.
- Por último, ayuda a acomodar al feto al canal del parto cuando la bolsa aún no se ha roto y, cuando ésta se rompe, el líquido amniótico lubrica el canal del parto.
Se trata de un líquido muy importante durante la evolución fetal, sin el cual el embarazo no podría seguir su curso.
Cantidad anormal de líquido amniótico
El volumen de líquido amniótico se mide en el tercer trimestre de embarazo. Un valor fuera de los rangos establecidos como normales indica que existe alguna alteración en la cantidad de líquido amniótico.
Una poca cantidad de líquido amniótico, así como un volumen en exceso dentro del amnios, pueden causar problemas tanto en el madre como en el feto. Estas alteraciones son las siguientes:
- Oligohidramnios
- es la presencia de poco líquido amniótico por un ILA<8. Puede deberse a anomalías genitourinarias o malformaciones fetales. La hipertensión en la madre o la insuficiencia útero-placentaria también son causas de oligohidramios.
- Polihidramnios
- hace referencia al exceso de líquido en el saco amniótico por un ILA>25. Puede deberse al embarazo múltiple, anomalías congénitas, diabetes gestacional o infecciones maternas.
No obstante, hay casos excepcionales en los que estas alteraciones del líquido amniótico pueden suponer un riesgo. Por tanto, es necesario llevar un control adicional y específico del embarazo.
Amniocentesis
La amniocentesis en una prueba prenatal que se puede hacer entre las semanas 14 y 20 de embarazo para evaluar el estado de salud del feto. Este estudio prenatal consiste en extraer una muestra de líquido amniótico para analizarla, ya que éste contiene células fetales de la piel o los riñones.
La información que proporciona la amniocentesis es la siguiente:
- Sexo del feto.
- Si existe malformación en el tubo neural.
- Alteraciones genéticas en los cromosomas.
- Estado de la madurez pulmonar del feto.
- Posibles enfermedades metabólicas hereditarias o musculares.

Sin embargo, la amniocentesis es una prueba que conlleva un riesgo para el feto y, por tanto, solo se realizará en casos de sospecha de alguna malformación o alteración cromosómica.
¿Qué características tiene el líquido amniótico?
El aspecto del líquido amniótico es claro, casi transparente y ligeramente amarillo. Este fluido puede presentar grumos por la descamación de la piel del feto. Cuando se supera la fecha de parto, el líquido amniótico deja de ser fluido y se vuele lechoso.
En el caso de que el líquido amniótico se oscurezca o adquiera una tonalidad verdosa en lugar de amarillenta, es posible que el feto haya liberado meconio. Esto es peligro, ya que si el feto aspira este líquido con meconio afectaría a sus pulmones.