La beta-hcg es la denominación de la gonadotrofina coriónica humana, también conocida como la hormona del embarazo, ya el organismo empieza a secretarla en el momento en que se produce la implantación del embrión en el endometrio. A pesar de que esta hormona se sintetiza a partir del momento en el que ocurre la implantación, el análisis será fiable a partir de que hayan pasado 14 días desde la fecundación. Si se realiza antes, pueden haber falsos positivos o negativos, por lo que el resultado de la prueba no será fiable.
Las pruebas de embarazo detectan la subunidad beta de la hCG, ya sean realizadas en orina o en sangre. Además, se pueden distinguir dos formas de analizar esta hormona:
- Test de embarazo cuantitativos: muestran el nivel exacto de la hormona en sangre materna.
- Test de embarazo cualitativos: únicamente indican la presencia o ausencia de hormona beta-hCG en sangre o en orina, sin dar un valor exacto.
Valores de referencia de la beta-hCG
Se considera que esta prueba es positiva cuando los valores de la beta-hCG en sangre superan las 5 mUI/ml. Si esta cifra es inferior, se determina la ausencia de embarazo. Lo habitual es que la analítica se repita transcurridos dos o tres días, ya que la concentración de esta hormona en la sangre se duplica en apenas 48 horas.
- 9-130 mUI/ml: 3-4 semanas de embarazo
- 75-2600 mUI/ml: 4-5 semanas de embarazo
- 850-20800 mUI/ml: 5-6 semanas de embarazo
- 4000-100200 mUI/ml: 6-7 semanas de embarazo
- 11500-289000 mUI/ml: 7-12 semanas de embarazo
- 18300-137000 mUI/ml: 12-16 semanas de embarazo
- 1400-53000 mUI/ml: 16-19 semanas de embarazo (2º trimestre)
- 940-60000 mUI/ml: 19-41 semanas de embarazo (3º trimestre)
Si hacemos el test de embarazo de forma temprana, puede ocurrir que el valor de la hormona hCG no haya aumentado lo suficiente como para ser detectado por el test. Esto podría dar lugar a un resultado falso negativo.
La beta se considera positiva cuando se encuentran más de 5 mUI/ml en el análisis de sangre, pero este valor es muy bajo. Como norma general, tras 13 días desde la implantación, cabría esperar una beta de unos 50 mUI/ml.
En el caso de la prueba de orina, la sensibilidad del test es mucho menor. Esto significa que solo ofrecerá un resultado positivo con concentraciones de más de 25 o 50 mUI/ml de hCG, dependiendo del test que se adquiera en la farmacia. No obstante, actualmente hay test de orina ultrasensibles capaces de detectar cantidades más pequeñas de hormona.
En algunas ocasiones, el resultado del test de embarazo puede ser erróneo. Esto es lo que se conoce como resultados falsos negativos y falsos positivos:
- Falso negativo
- si la prueba se hace antes de tiempo, es posible que los test no detecten la hormona porque aún se encuentra a niveles muy bajos. Por tanto, será necesario esperar al día adecuado para poder obtener un resultado fiable.
- Falso positivo
- en un tratamiento de reproducción asistida, es común que la paciente se administre hCG para inducir la ovulación. Esta hormona puede mantenerse en sangre durante unos días y confundir al test de embarazo. Así, la mujer obtendría un resultado positivo a pesar de que realmente puede que no haya gestación. Por otro lado, es posible obtener un resultado positivo y que la mujer no esté embarazada o el embarazo no sea evolutivo, como en el embarazo ectópico, embarazo anembrionado…
Valores de beta-hCG
La mujer puede encontrarse con un resultado por encima o por debajo del valor de referencia para el periodo de gestación en el que está. Si la desviación (de más o de menos) es poca, no hay que alarmarse demasiado: los valores de beta pueden variar mucho entre mujeres.
Sin embargo, si la desviación es muy grande, es posible que la mujer se encuentre ante alguno de los siguientes casos:
- 1.- Valores por encima de lo normal: pueden indicar embarazo gemelar o múltiple, coriocarcinoma, mola hidatiforme o algún tipo de cáncer o desarrollo celular anómalo.
- 2.- Valores por debajo de lo habitual: pueden aparecer en casos de aborto incompleto, amenaza de aborto natural, embarazo ectópico, etc.