Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es la primera causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo. En Europa, el tabaquismo provoca cada año 1,2 millones de muertes. Está directamente relacionado con la aparición de múltiples enfermedades (de las cuales 20 son diferentes tipos de cáncer según a International Agency por Research on Cancer (IARC) en su informe «World Cancer Report 2020») y es la principal causa de buena parte de muertes por cáncer de pulmón y de más del 50% de las enfermedades cardiovasculares.
Entre las enfermedades relacionadas con el tabaco destacan las siguientes:
- Bronquitis crónica.
- Enfisema pulmonar.
- Cáncer de pulmón.
- Hipertensión arterial.
- Enfermedad coronaria (angina o infarto de miocardio).
- Accidentes cerebrovasculares (trombosis, hemorragias o embolias).
- Úlcera gastrointestinal.
- Gastritis crónica.
- Cáncer de laringe.
- Cáncer bucofaríngeo.
- Cáncer renal o de vías urinarias.
- Impotencia sexual en el varón.
¿Es cierto que las mujeres que consumen tabaco sufren más infecciones de los órganos reproductivos?
De alguna forma sí. Existe un grupo de factores que favorecen infecciones del tracto reproductivo y, aunque ninguno de ellos es determinante, sí se suman a otros. Por ejemplo, si una mujer con enfermedad inflamatoria pélvica fuma tendrá más posibilidades de padecer infecciones.
¿El tabaco puede ocasionar reglas más dolorosas?
El dolor de regla (o dismenorrea) y el síndrome premenstrual dependen de una serie de factores que no están ligados directamente con el hábito tabáquico, aunque sí es verdad que para tratar el síndrome premenstrual y la dismenorrea se incluye la disminución del estrés de tóxicos como tabaco, alcohol y cafeína.
¿El tabaco puede también aumentar los problemas de fertilidad?
Sabemos que el tabaco disminuye la fertilidad femenina y aumenta el riesgo de pérdida recurrente de embarazo-aborto (el aumento del riesgo es proporcional al número de cigarrillos). Además afecta a la calidad seminal en los hombres, al igual que lo hacen otros muchos factores ambientales tóxicos.
Aunque el número de mujeres que fuman ha ido disminuyendo en los últimos años se calcula que en España alrededor del 25% de las mujeres en edad reproductiva son fumadoras. De éstas, sorprendentemente, más de la mitad (54%), continúan fumando durante el embarazo y las que lo dejan, en una proporción tan alta como el 70%, vuelven a fumar tras el parto.
Desde los años cincuenta se sabe que los hijos de las mujeres que fuman en el embarazo tienen una reducción en el peso al nacer.
¿Qué relación hay entre tabaco e incontinencia?
Puesto que es un tóxico (como alcohol o cafeína), el tabaco se considera una de las causas de incontinencia urinaria transitoria o reversible. Ese mismo efecto lo tienen ciertos fármacos, las enfermedades endocrinas o determinados estados depresivos. Diversos estudios han demostrado que cuando estas circunstancias dejan de existir, mejora la incontinencia o incluso llega a desaparecer si no había ninguna otra circunstancia asociada.
¿Y cómo influye en la aparición del cáncer?
La combustión del tabaco produce la formación de productos nocivos, algunos de ellos cancerígenos. Esto se manifiesta a largo plazo, incluso cuando la paciente ya no es fumadora. Clásicamente el tabaco se relacionó con el cáncer de pulmón, boca y vejiga, aunque hoy en día se vincula con otras muchas localizaciones de tumores. Existe también asociación del hábito tabáquico y el cáncer de cérvix, aunque el principal factor de riesgo sigue siendo la infección por el virus del papiloma humano (VPH)
¿Es distinta la menopausia en las mujeres fumadoras?
Las mujeres que fuman de forma habitual suelen llegar a la menopausia unos 2 o 3 años antes que las no fumadoras. El motivo es que el tabaco incrementa la eliminación metabólica de las hormonas sexuales femeninas. Por eso, cuando se fuma hay niveles de estrógenos inferiores en sangre y se anticipan los síntomas propios del climaterio. En este caso, se puede sufrir osteoporosis a edades tempranas.
¿Anticonceptivos orales y tabaco son compatibles?
Por encima de los 35 años, la utilización de la anticoncepción hormonal en mujeres fumadoras puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular. No obstante, las alteraciones metabólicas de las grasas generadas por el tabaco son mucho más determinantes a la hora de sufrir un infarto u otra enfermedad de este tipo.